ROMA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Papa Francisco ha afirmado que Jesús experimentaba una gran alegría, porque reconocía en Simón la mano del Padre y la acción del Espíritu Santo que le ha dado una fe "fiable", sobre la cual el Señor pudo edificar su Iglesia, es decir, su comunidad.
Durante el tradicional rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro de Roma, el Santo Padre explicó que Jesús atribuye a Simón un nuevo nombre, "Pedro", que en su lengua suena "Cefas", palabra que significa "piedra", recordando que en la Biblia, este término está referido a Dios. Mientras Jesús lo atribuye a Simón no por sus cualidades o méritos humanos, sino por su fe genuina y firme.
El Papa dijo también que el Señor tiene en su mente la imagen del construir, la imagen de la comunidad como un edificio. Por esta razón, cuando siente la profesión de fe genuina de Simón, lo llama "piedra", y manifiesta la intención de construir su Iglesia sobre esta fe.
Francisco recordó que el Evangelio del XXI Domingo del Tiempo Ordinario, corresponde al célebre pasaje del relato de San Mateo, en el que Simón, en nombre de los Doce, profesa su fe en Jesús como "el Cristo, el Hijo de Dios vivo".
El Obispo de Roma dijo que por esta razón, Jesús llama "bienaventurado" a Simón, puesto que reconoce en su fe un don especial del Padre. Ese es el orígen de la frase "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia".
"Tal como sucedió de modo único en San Pedro, así sucede también en cada cristiano" dijo Francisco, "que madura una fe sincera en el Hijo del Dios vivo" por lo que este Evangelio interpela también a todos los cristianos. "Porque si el Señor encuentra en nuestro corazón una fe, no perfecta, pero al menos sincera y genuina, entonces Él ve en nosotros piedras vivas con las cuales construir su comunidad".
El Papa Francisco agregó que de esta comunidad la piedra fundamental es Cristo; mientras Pedro es piedra, en cuanto fundamento visible de la unidad de la Iglesia y cada bautizado está llamado a ofrecer a Jesús su propia fe, pobre, pero sincera, para que Él pueda seguir construyendo su Iglesia hoy, en todas partes del mundo.
El Pontífice concluyó afirmando que en nuestros días "la gente" piensa que Jesús es un gran profeta, un maestro de sabiduría, un modelo de justicia. De ahí su invitación a que pensemos de qué modo responderemos a su pregunta: "¿Pero ustedes, quién dicen que soy yo?".
