Eduardo Martínez Somalo, excamaarlengo y fiel acompañante de Juan Pablo II en sus viajes

Actualizado: lunes, 4 marzo 2013 15:23


MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

El cardenal Eduardo Martínez Somalo nació en la localidad de Baños de Río Tobía (La Rioja) hace 85 años, fue camarlengo y fiel acompañante de Juan Pablo II en sus viajes. El pasado mes de julio de 2012, durante unas vacaciones en su tierra natal, Martínez Somalo dejó claro que el objetivo actual de la Iglesia pasa por "evangelizar y reevangelizar" en países como España para recuperar las raíces cristianas.

Martínez Somalo, que es descrito por quienes le conocen como un hombre incansable en su servicio a la Iglesia, ha tenido un largo recorrido en la Curia Romana, donde ha sido prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y también camarlengo.

Precisamente, durante el último Cónclave de 2005, en el que fue elegido Joseph Ratzinger, Martínez Somalo, desempeñó el cargo que realiza en la actualidad el cardenal Tarcisio Bertone, tuvo que encargarse de sellar el apartamento pontificio de Wojtyla y, junto al Colegio Cardenalicio, dirigir el gobierno del Vaticano durante la Sede Vacante.

Antes de llegar tan alto, Martínez Somalo fue enviado a Roma para continuar sus estudios eclesiásticos en el Pontificio Colegio Español y en la Pontificia Universidad Gregoriana, consiguiendo la licenciatura en Teología y Derecho Canónico.

A los 23 años fue ordenado sacerdote en Roma y desempeñó su ministerio pastoral en su diócesis natal, aunque después fue enviado de nuevo a Roma para asistir a cursos en la Academia Eclesiástica Pontificia y prepararse para el servicio a la Santa Sede en la Representación Pontificia.

Una vez que obtuvo el doctorado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense, con una tesis sobre el Concordato español de 1953, entró a formar parte de la Secretaría de Estado. Al año siguiente fue ascendido a secretario de la nunciatura y nombrado profesor de la Pontificia Academia Eclesiástica.

Además, en calidad de responsable de la sección española de la Secretaría de Estado, acompañó al Papa Montini en su viaje apostólico a Colombia que realizó entre el 22 y el 25 de agosto de 1968 con motivo del 39 Congreso Eucarístico Internacional.

Dos años después, el 25 de abril de 1970, fue nombrado director de la Delegación Apostólica en Gran Bretaña, pero allí duraría unos pocos meses pues, tras ser nombrado Prelado de Honor de Su Santidad, el 9 de octubre del mismo año fue llamado al Vaticano como secretario de Estado adjunto y colaborador directo del Sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Giovanni Benelli.

El 12 de noviembre de 1975, el Papa Pablo VI lo nombró Nuncio Apostólico en Colombia, elevándolo al mismo tiempo a arzobispo titular de Tagora. Además, recibió la ordenación episcopal el 13 de diciembre del mismo año, durante una misa solemne en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

Tras cerca de cuatro años de servicio como representante pontificio, Juan Pablo II lo nombra subsecretario de Estado, cargo que ocupó durante nueve años, hasta el anuncio de su creación como cardenal. Incansable en su fiel servicio a la Sede de Pedro, siempre estuvo cerca de Juan Pablo II durante sus peregrinaciones apostólicas en Italia y por el mundo.

En julio de 1988 fue nombrado Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cargo que ocupó hasta enero cuando fue nombrado Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica .

Fue presidente delegado de la primera Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos (1991) y de la IX Asamblea General del Sínodo de los Obispos de 1994, sobre la vida consagrada. El Papa Juan Pablo II lo creó cardenal en el consistorio del 28 de junio de 1988.