MADRID 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
La asociación cristiana Enraizados ha lamentado que el Ayuntamiento de Barcelona no haya accedido a su petición de poner a una calle el nombre de la misionera española Isabel Solá, asesinada en Haití el pasado mes de septiembre. Según la normativa municipal, no se puede dedicar una calle a ninguna persona hasta que hayan transcurrido al menos cinco años de su muerte, excepto si se le hubiera otorgado la Medalla de Oro de la Ciudad.
Según precisa la asociación, la alcaldesa Ada Colau les escribió una carta en respuesta a su solicitud en la que destacaba "la trayectoria humanitaria" de Solá y agregaba que el Pleno del Consistorio aprobó el 29 de septiembre que se distinga a esta barcelonesa "a título póstumo por toda una vida dedicada a los más desfavorecidos".
Sin embargo, para Enraizados no es suficiente y, en este sentido, su presidente, José Castro Velarde, ha afirmado que seguirán trabajando para que el Ayuntamiento de Barcelona reconozca el trabajo de Solá "no solo con una declaración institucional, como se ha hecho hasta ahora".