Un estudio con CSIC de un asteroide que se desintegró sobre Francia en 2023 abre horizontes para la defensa planetaria

El superbólido producido por la desintegración del asteroide 2023 CX1, tal y como fue captado desde el Observatorio del Montsec en Sant Esteve de la Sarga, Lleida.
El superbólido producido por la desintegración del asteroide 2023 CX1, tal y como fue captado desde el Observatorio del Montsec en Sant Esteve de la Sarga, Lleida. - EQUIPO ODM/IEEC
Europa Press Sociedad
Publicado: jueves, 18 septiembre 2025 13:39

MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

El primer estudio exhaustivo de un asteroide que fue localizado desde el espacio y seguido hasta su impacto en la Tierra ha abierto nuevos horizontes para la defensa planetaria. Esta investigación ha girado en torno a un meteorito que se desintegró sobre Francia en 2023 y ha contado con la participación de científicos del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC).

El texto, publicado en la revista 'Nature Astronomy', confirma la existencia de una nueva población de asteroides vinculados a condritas de tipo L, capaces de fragmentarse abruptamente en la atmósfera y liberar casi toda su energía al mismo tiempo. "Estos asteroides deben tenerse en cuenta en las estrategias de defensa planetaria, ya que representan un mayor riesgo para las zonas pobladas", explica Auriane Egal, astrofísica del Planetario de Montreal, miembro de la red FRIPON/Vigie-Ciel y primera autora del estudio.

El estudio ha reunido a casi 100 investigadores de todo el mundo, que han analizado el origen y las propiedades del asteroide 2023 CX1. El meteorito, llamado Saint-Pierre-Le Viger (SPLV), fue descubierto el 12 de febrero de 2023, siete horas antes de que entrara en la atmósfera terrestre e impactara sobre la región francesa de Normandía.

La Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, así como la red FRIPON/Vigie-Ciel, movilizaron al público para registrar la entrada atmosférica del asteroide, lo que resultó en la primera observación a gran escala de un bólido productor de meteoritos. Esto también permitió la rápida recuperación de meteoritos en tierra, gracias a una excepcional movilización ciudadana.

Según han explicado los expertos, el SPLV tenía una forma casi esférica, medía poco menos de un metro de diámetro y tenía una masa estimada de unos 650 kilogramos. A una altitud de unos 28 kilómetros, se desintegró catastróficamente, liberando el 98% de su energía cinética en una fracción de segundo, en lo que los científicos han calificado como "un comportamiento excepcional para un objeto de este tamaño". Tras la explosión, se dispersaron más de cien fragmentos por Normandía.

De acuerdo con los autores, reunidos gracias a la colaboración liderada por la Red de Recuperación de Bólidos y Observación Interplanetaria (FRIPON), el Planetario de Montreal y la Universidad de Western Ontario, la investigación trae "buenas noticias", en el sentido de que la ciencia está en condiciones de detectar y seguir rocas más pequeñas de un metro de tamaño, con masas inferiores a una tonelada métrica.

En líneas generales, el texto destaca la necesidad de integrar la caracterización espectral, estructural y dinámica de los asteroides antes de su impacto en los protocolos de defensa planetaria. Así, por ejemplo, los asteroides relacionados con condritas de tipo L, originados en el cinturón principal interior, podrían requerir sistemas de alerta reforzados y planes de evacuación adaptados en caso de amenaza.

El estudio incluye las observaciones realizadas con las cámaras de entorno y vigilancia del cielo del Observatorio del Montsec (OdM-IEEC), el único observatorio de Cataluña que pudo registrar el fenómeno.

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