ALICANTE 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministerio fiscal solicitó hoy un total de 22 años de prisión para el acusado de golpear con un palo a su pareja, amenazarla de muerte con una navaja, quemar su vivienda y matar a una perra el pasado 6 de enero de 2007 en Callosa de Segura (Alicante). El procesado negó hoy los hechos, durante la vista oral que se celebró en la sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante.
De esta forma, el fiscal solicitó para Juan M.M. una pena de un año de prisión por un delito de violencia de género, tres años y seis meses de cárcel por un delito de amenazas, 5 meses de prisión por un delito de maltrato animal y 17 años por un delito de incendio. Por su parte, la defensa solicita para su representado la libre absolución.
El relato de acusación del fiscal recoge que los hechos sucedieron cerca de las 13.30 horas del 6 de enero de 2007, cuando el hombre volvió a la casa en la que convivía con la víctima y la golpeó con un palo por todo el cuerpo para "que se levantara del sofá" tal y como señaló hoy la perjudicada, a través de videoconferencia. Tras esto, ambos salieron en coche hacia Granja de Rocamora (Alicante).
Ya en este municipio, y según la perjudicada, el acusado, tras "tomarse una botella de cerveza", la amenazó diciéndole que tenía que darle 24.000 euros o de lo contrario, la mataría a ella, a sus hijos, fruto de una relación anterior de la víctima, a su padre y a su hermano, todo ello, coaccionándola con una navaja en el cuello.
Unos momentos después, la pareja volvió al domicilio en el que convivían, para que la perjudicada le diera una medicación a uno de sus hijos. Ya en la vivienda, el acusado cogió una perra de su propiedad y tras preguntar a su pareja "¿quieres ver lo que hago con la perra?", estampó al animal contra el suelo y le mató.
Seguidamente, el procesado y la víctima se fueron en coche a casa del hermano de la perjudicada y a casa de un amigo del padre de la misma para que la mujer les pidiera el dinero que quería Juan M.M., dinero que no le prestaron, por lo que se fueron a un bar de Cox (Alicante), municipio en el que residía la última persona a la que fueron a pedir los 24.000 euros.
Una vez en esta bar, la víctima aprovechó un descuido del procesado para escapar y dirigirse a su casa para recoger a sus hijos y refugiarse en otra vivienda. Sin embargo, el procesado la llamó en repetidas ocasiones intentando ponerse en contacto con ella, hasta que la tarde del 7 de enero, logró hablar con ella para decirle que fuera al domicilio en el que convivían "o le prendería fuego" al inmueble. También le pidió a la víctima que fuera sola, o la rajaría a ella y a cualquier persona que fuera con ella.
A preguntas de la defensa, la víctima indicó hoy que no huyó del acusado hasta la tarde del día de los hechos, porque "se sentía amenazada" y porque esperaba a estar en un lugar "en el que pudiera huir sin que" el procesado "la persiguiera". Además, la víctima dijo que no denunció al acusado hasta después del incendio porque "pensaba hablar con él, cuando se le pasara todo lo que llevaba encima", pero tras conocer que su casa se había prendido fuego, decidió denunciarle.