Un informe encargado por el Consejo de Europa alerta de la "amenaza" que representa de la desinformación en el mundo

Publicado: martes, 31 octubre 2017 17:46

MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un informe, encargado por el Consejo de Europa, alerta de la "amenaza" que representa la desinformación en el mundo e insta a los medios de comunicación a "educar a las audiencias sobre la grado de contaminación de la información en todo el mundo, y las implicaciones que la sociedad enfrenta" como consecuencia de ello, en "términos de socavar la confianza en las instituciones, amenazando los principios democráticos, inflar las divisiones basadas en el nacionalismo, la religión, la etnia, la raza, la clase, la sexualidad o género.

Esta es una de las conclusiones recogidas en el informe 'Trastorno de información: hacia un marco interdisciplinario para la investigación y la formulación de políticas', encargado por el Consejo de Europa, y que analiza la forma en que las campañas de desinformación se han generalizado y, dependiendo en gran medida de las redes sociales, contribuyen a un entorno mediático global de desorden de información.

Los autores del estudio (Claire Wardle, directora ejecutiva de First Draft e investigadora del Shorenstein Center on Media; y el escritor e investigador Hossein Derakhshan) consideran que "las implicaciones de esta realidad son realmente aterradoras" porque las sociedad se vuelve "cada vez más polarizada y dividida".

De este modo, los dos expertos avisan de que, "en poco tiempo", el público tendrá "poca confianza" en la información 'online', llegando a descartar "cualquier imagen, vídeo o clip de audio" por considerarlos "potencialmente" fabricados o manipulados".

En este sentido, Wardle y Derakhshan consideran necesario "mejorar significativamente la alfabetización informacional" y rechazan limitar el acceso a la información porque "solo crearán más problemas a largo plazo".

De esta forma, los autores del informe apuntan a la existencia de tres tipos diferentes de "trastorno de la información": información errónea, cuando se comparte información falsa, pero no significa daño; desinformación, cuando la información falsa se comparte deliberadamente para causar daño; y mala información, cuando la información genuina se comparte para causar daño, a menudo haciendo que la información pública esté diseñada para mantenerse privada.

"Lo que estamos presenciando es algo completamente nuevo: campañas de desinformación, a menudo jugando con las emociones de las personas, extendiéndose a gran velocidad con el potencial de tener un enorme impacto en la sociedad. Para luchar contra la desinformación, simplemente sacar información más objetiva, sin entender los elementos emocionales y rituales de la comunicación, podría ser una completa pérdida de tiempo", ha avisado Wardle.

Para Hossein Derakhshan, "si bien las iniciativas de comprobación y desacreditación de hechos son indispensables, los rumores y la conspiración deben combatirse con narrativas atractivas y potentes que aprovechen las mismas técnicas que la desinformación". "Las estrategias efectivas deben incluir provocar una respuesta emocional, la repetición, un aspecto visual fuerte y una narrativa poderosa", ha subrayado.

El informe recoge algunas iniciativas de verificación de hechos puestas en marcha en distintos países de la Unión Europea. En el caso de España, los autores destacan el programa 'El Objetivo' (laSexta) con Ana Pastor; Maldito Bulo, una iniciativa de verificación de datos 'online' vinculada a 'El Objetivo'; y La Chistera, un blog publicado por la unidad de periodismo de datos de El Confidencial.

Por otro lado, el estudio contiene 34 recomendaciones dirigidas a empresas de tecnología, gobiernos nacionales, medios de comunicación, sociedad civil y ministerios de educación para ayudarlos a identificar estrategias adecuadas para abordar el fenómeno.

Los autores recomiendan a los medios de comunicación colaborar para "evitar la duplicación de esfuerzos y liberar a los periodistas para que se centren en otras investigaciones"; acordar políticas sobre silencio estratégico "para evitar ser manipulados por aquellos que quieren amplificar la información errónea o la desinformación"; y no diseminar contenido "fabricado".