MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, aseguró hoy que el Gobierno "trabaja desde hace mucho tiempo" en colaboración con los países de origen y tránsito de la inmigración clandestina, entre los que se encuentra Mauritania, para evitar situaciones como la actual oleada de irregulares procedentes del África subsahariana.
En el transcurso de una rueda de prensa para presentar el Observatorio Español de Racismo y la Xenofobia, Rumí se refirió así a la nota interna de la Guardia Civil que a finales del pasado mes de diciembre informaba de esta situación.
La responsable de Inmigración advirtió de que esta cuestión afecta al Ministerio del Interior, si bien explicó que el Gobierno, a través del departamento de Exteriores ha establecido contactos con los países de origen y tránsito de los irregulares para impulsar su colaboración en la lucha contra estas mafias, las cuales, apostilló, "son las que tienen la única responsabilidad".
"Comprenderán que por la propia naturaleza de estos países se requiere tiempo y es difícil", apuntó la secretaria de Estado a los medios de comunicación poniendo en valor "el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, de salvamento marítimo y de todas las ONG" que trabajan en las tareas de rescate, atención y control de los inmigrantes irregulares.
"Quiero que conste porque quienes vivimos de cerca ese trabajo, lo único que podemos hacer es agradecer el esfuerzo, su responsabilidad, incluso más allá de la directa para la clandestinidad no se cobre vidas humanas", insistió.
DESPLAZAMIENTO DE LOS FLUJOS IRREGULARES
En cualquier caso, explicó que la actual situación se deriva del desplazamiento de los flujos migratorios irregulares, a consecuencia de los controles puestos en marcha en colaboración con las autoridades de Marruecos.
Así, recordó que, hace dos años, cuando el Gobierno comenzó su andadura, la inmigración clandestina llegaba de manera mayoritaria a la isla de Fuerteventura. Posteriormente, se desplazó hacia el Estrecho de Gibraltar y, de nuevo a raíz de los controles, los flujos de irregulares se trasladaron a través de la frontera en Ceuta y Melilla. En lo que se refiere a la actual situación, el Gobierno tiene previsto llevar a cabo las primeras repatriaciones en cuanto esté dispuesto el centro de acogida que instalará en Mauritania el Ministerio de Defensa, que tiene capacidad para unas 200 personas.
El Gobierno comenzará a repatriar a los inmigrantes que llegaron en las primeras oleadas, teniendo en cuenta que la Ley obliga a dejarlos en libertad a los 40 días de internamiento, precisaron en fuentes de Inmigración.
Las mismas fuentes insistieron en que el Gobierno velará por el trato humanitario de estas personas, de acuerdo a las directrices de Naciones Unidas. Además, el Ejecutivo distinguirá a las personas solicitantes de asilo político, de los inmigrantes por razones económicas.