TÍJOLA (ALMERÍA), 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
El padre de la propietaria de la administración número dos de Tíjola, Estanislao Berruezo, que ha repartido hoy tres millones de euros del Gordo de la Lotería de Navidad, ha sido el primero de los afortunados en conocer que diez décimos de la serie 67 habían caído en este pequeño municipio de 3.000 habitantes, ubicado en pleno Valle del Almanzora
Sentado en las oficinas del despacho de lotería que su hija Isabel María regenta desde hace ocho años, se llevó un "susto tremendo" al oír gritos que provenían de las ventanillas, sin saber aún que ella le tenía reservado "por sorpresa" uno de los billetes con el número premiado, según aseguró a Europa Press.
Pese a que su suerte desdice el refrán popular que advierte de que 'lotería que no se paga no toca', Estanislao, padre de dos hijos y abuelo de cinco nieto repartía su alegría esta mañana en forma décimos para el Sorteo del Niño, que regaló a los numerosos vecinos que se dieron cita pasadas las 11.00 horas en la carrera de la Virgen de Socorro, abarrotada de tijoleños que ultimaban sus compras en los puestos del mercadillo semanal.
Hombre chapado a la antigua, rehuía de comentar qué va a hacer con los 300.000 euros del premio, algo que --ironizó-- "decidirá mi mujer Mari Carmen, que es la que manda en casa, como pasa en todas". Lo más importante para él es que "hará que mi hija venda más, porque ya sabemos como se hace esto de dar un 'Gordo'"
Entre numerosas botellas de champán y los pasteles de rigor, eran centenares los que se afanaban en buscar y conocer la identidad de los propietarios de los nueve billetes restantes, no sin cierta confusión por el ansia de anonimato de alguno de ellos y una cierta indiscreción de los loteros, que revelaron que una vecina se había hecho con tres décimos en ventanilla.
Francisca Espinosa, propietaria de la tienda de regalos 'Detalles', no estaba hoy en su establecimiento. Era la más solicitada pero también la más esquiva. Un total de 900.000 euros han ido a parar a su familia pese a que su hijo, Javier, a 'sotto vocce' y con el dedo índice sobre los labios, pedía discreción a los amigos que encontraba por la calle y reconocía estar en posesión de sólo un billete, que compró su madre y que se repartirá.
Con el dinero, aseguró que hará "un viaje muy largo y muy lejos", según acertó a decir entre sonrisas mal disimuladas, "aunque antes tendré que negociar con el alcalde" de Oria, de cuyo Ayuntamiento es funcionario. Declinó, no obstante, hablar de los planes de su hermano, dueño de una empresa de transporte de áridos en una comarca próspera que vive de las canteras de piedra natural ubicadas en Macael, Purchena, Cantoria, Oria u Olula de Castro.
Sólo dos de los afortunados se acercaron, sin embargo, hasta la administración para compartir su alegría. La más tempraneras, Pilar Martínez quien, tras recibir la llamada de su hermana con la buena nueva, abandonó su puesto tras el mostrador de la carnicería de la que es empleada, le dio las llaves del local al dueño y se despidió "por lo menos hasta el lunes, aunque lo único que pienso ahora es en dejar de trabajar para estar con mi hijo de dos años y medio".
Con un "¡Qué guay!" que no se le caía de los labios y una enorme felicidad reflejada en el rostro, Pilar contrastaba con la indiferencia de su marido José Luis, a quien no parecía afectarle ser millonario "en pesetas" aunque "lo primero que hizo", según explicó su mujer, fue "ir a la sucursal de Unicaja a depositar el premio".
Con menos aplomo recibía la buena nueva la propietaria del supermercado Covirán en la localidad, María del Carmen Liria, a la que apenas dio tiempo a brindar con sus convecinos, quienes tuvieron que llevarla a casa minutos después de llegar al número dos de la carrera Virgen de Socorro debido a una crisis de ansiedad, desatada por la emoción.
Del resto de décimos, todos vendidos en ventanilla y de los que no se han hecho participaciones, nada se sabe. La rumorología se ha disparado en el pueblo y ya se hacen apuestas en los bares, a la luz de la lumbre en un día nublado y frío, que señalan a Estanislao como su poseedor. "Será por envidia, que es muy mala", comentaban a Europa Press algunas tijoleñas, que desvelaban, sin embargo, "que es uno de los hombres más ricos de la zona".
Estanislao, no obstante, aseguró a que los décimos se han ido hasta las localidades vecinas de Lucar, Serón y Purchena, pero lo cierto que es ninguno de ellos ha hecho acto de presencia en una administración que casi olía a nueva por lo corto de su vida.
