MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
La ONG Foro Humanitario de Pakistán (PHF, por sus siglas en inglés) ha denunciado este lunes el aumento de los ataques contra los trabajadores humanitarios en este país en los últimos cuatro años y ha recordado que en los dos primeros meses de 2012 cinco fueron secuestrados y tres fueron asesinados.
Este incremento de la inseguridad ha obligado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a suspender sus operaciones en Pakistán. El pasado 29 de abril se encontró a las afueras de la ciudad de Quetta el cadáver de Jalil Rasjed Dale, responsable de un programa de salud de este organización, junto a una nota que decía que no se habían satisfecho las "demandas" de las personas que lo habían secuestrado cuatro meses antes.
Una portavoz del CICR en Pakistán, Anastasia Isyuk, ha declarado a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN, que "decenas de miles de personas" se verán afectadas por la decisión que ha tomado la organización, que actualmente solo mantiene activo en Pakistán un proyecto de rehabilitación, en la región de Cachemira.
"Principalmente, desarrollamos nuestros proyectos en el ámbito médico, pero también en el del agua y los servicios sanitarios", ha explicado Isyuk, que ha añadido que "no se puede decir durante cuánto tiempo se prolongará la revisión" de las actividades del CICR en el país.
Otras organizaciones humanitarias se han visto afectadas por la decisión del CICR. La directora de la ONG británica Concern Worldwide en Pakistán, Aine Fey, ha dicho al respecto: "Al igual que otras organizaciones, estamos evaluando la seguridad y revisando algunas medidas, pero nuestra labor en el país continúa".
Esta es la primera vez que el CICR suspende sus actividades en Pakistán desde que empezó a trabajar allí, en 1947. Ha cerrado sus oficinas de Karachi y Peshawar, dos de las ciudades más importantes. El personal internacional se ha trasladado a la capital, Islamabad, y el nacional tiene una excedencia remunerada. La oficina de Quetta está cerrada desde que Dale fue secuestrado.
Según PHF, la lista de trabajadores humanitarios que han sido atacados en los últimos años incluye a ocho miembros de dos organizaciones que fueron agredidos con armas de fuego en 2009 y a seis que fueron asesinados en la provincia de Jyber Pajtunjwa en 2010. Otros cuatro fueron secuestrados y otro más fue asesinado en la provincia de Baluchistán, y catorce fueron raptados en 2011.
PHF ha destacado que ninguno de los responsables de estos ataques ha sido detenido o juzgado y que siete cooperantes secuestrados en 2011 o 2012 permanecen cautivos.
