BARCELONA, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El vecino de Sitges (Barcelona) de origen canario, Carmelo González, que inició ayer en la plaza Sant Jaume de Barcelona una huelga de hambre de 24 horas para reclamar que su hija reciba las clases en castellano, se mostró hoy muy satisfecho porque ha recibido "muchísimo apoyo de la gente".
González aseguró que desde ayer a las 16 horas hasta este mediodía ha recogido, con el apoyo de asociaciones como Convivencia Cívica Catalana y Universitarios Liberal Demócratas, mil firmas en apoyo a la iniciativa legislativa popular para la Enseñanza en Lengua Materna y el Bilingüismo escolar "que entregaremos al Parlament de Catalunya cuando tengamos 50.000". "La gente me da ánimo y me da las gracias por la reivindicación", añadió.
PROBLEMAS CON LOS MOSSOS D'ESQUADRA.
Sin embargo, también lamentó, en declaraciones a Europa Press, que ha vivido muestra de descalificación como "la visita de una pareja de agentes de los Mossos de Esquadra de paisano, que a las 3 horas de la madrugada querían que nos fuéramos". "El único argumento que nos dieron era que de las 22 a las 7 horas no podíamos estar en la plaza, cosa que es incierta", afirmó.
González explicó que "teníamos el permiso para ocupar este espacio durante 24 horas de forma pacífica", por lo que los agentes "han levantado un atestado y cuando les he pedido que me lo dieran en castellano para evitar malentendidos, se han negado y se han ido". Además, "aparecieron dos coches con policías de uniforme, que de alguna forma parecían que les escoltaban", añadió.
Según aseguraron los Mossos d'Esquadra a Europa Press, no consta ningún incidente relacionado con esta protesta durante la noche, pero admiten que es posible que algunos agentes hayan pedido a González que se identificase.
González también apuntó que al inicio de la huelga de hambre recibió los insultos de "un grupo claramente orquestado, pero este tipo de cosas se califican por ellas solas, no creo que representen a más gente que a si mismos".
