El Papa celebra su primer año de Pontificado marcado por el diálogo ecuménico y la defensa de los valores cristianos

Actualizado: miércoles, 19 abril 2006 10:59

Benedicto XVI también refuerza el diálogo con los ministros de la Iglesia y se muestra menos proclive a viajar que su antecesor

ROMA, 19 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) - .

El primer año del Pontificado de Benedicto XVI, que se cumple hoy, estuvo marcado por la continuidad del diálogo religioso iniciado por el Papa Juan Pablo II pero sobre todo por la firmeza en la defensa de los valores cristianos, como la familia y el matrimonio, destacados en su primera encíclica 'Dios es amor'. Asimismo, reforzó el diálogo con los ministros de la Iglesia, al considerar que son de gran beneficio para ayudarle a cumplir su misión como sucesor de Pedro.

Estos primeros doce meses del sucesor de Pedro no se caracterizaron por destacados hechos simbólicos o importantes viajes sino más bien por sus grandes mensajes. En estos mensajes, el Papa recalcó sobre todo la urgencia de proteger la familia, el matrimonio y defender la vida desde su concepción hasta su muerte natural.

Y así lo repitió cada vez que ha podido como el pasado 24 de enero, en su mensaje para la XL Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, cuando instó a los medios de comunicación "a sostener y apoyar la vida matrimonial y familiar" ya que "es el fundamento de cada cultura y sociedad".

Y tampoco dudó en calificar de "grave error" el reconocimiento jurídico de "formas impropias del matrimonio", durante su mensaje a los administradores de la región del Lazio, cuya capital es Roma. "Es un grave error oscurecer el valor y las funciones de la familia legítima fundada sobre el matrimonio, atribuyendo a otras formas de unión impropios reconocimientos jurídicos, que además no tienen ninguna efectiva exigencia social", explicó.

Además, Benedicto XVI condenó el aborto y fueron numerosos sus mensajes en los que reivindicó la necesidad de la Iglesia de defender estos valores respetando la laicidad del Estado. "La laicidad bien entendida, no contrasta con el mensaje cristiano, sino que es deudora del mismo, como bien saben los estudiosos de historia de las civilizaciones", comentó en una carta enviada al presidente de la Cámara de los diputados italiano, Pier Ferdinando Casini, en ocasión del tercer aniversario de la visita de Juan Pablo II al Parlamento italiano.

Estos valores se destacaron en su primera encíclica 'Dios es amor', publicada el 25 de enero y anunciada durante el Ángelus del domingo por el mismo Pontífice. En ella, el Papa reitera, entre otras cuestiones, el valor del "matrimonio, indisoluble entre hombre y mujer abierto a la vida humana", y de la caridad como labor intrínseca de la Iglesia.

La encíclica era el documento más esperado por los católicos pues suele dar una idea de las líneas que seguirá el Pontificado pero Benedicto XVI sorprendió con un documento no programático sino más bien teológico y dirigido a la necesidad de preservar los valores cristianos.

INTENSIFICAR EL DIALOGO ECUMENICO.

Otra de las preocupaciones de Benedicto XVI en este primer año de Pontificado fue la continuidad del diálogo religioso iniciado por su antecesor Juan Pablo II, sobre todo con Rusia, dando un paso adelante en la situación con la República Popular China, con Vietnam, con los 'hermanos mayores' los judíos, la relación con el Islam, y la atención a los sufrimientos de Africa.

El Papa destacó siempre la necesidad de iniciar el diálogo con el Islam y así lo consultó a los cardenales para encontrar las posibles vías para reforzar estas relaciones. Otro de los desafíos del Papa Ratzinger es el acercamiento a China y resolver los problemas relacionados con la libertad religiosa en este país. Para ello, nombró cardenal en su primer Consistorio del pasado 24 de marzo al obispo de Hong Kong, monseñor Giuseppe Zen Ze-Kium.

El sufrimiento del continente africano concentra también la atención del Papa Benedicto XVI. En muchos de sus mensajes mostró la necesidad de concienciarse ante los problemas de estas poblaciones. Incluso, durante la última reunión del G-8, el Pontífice exhortó a estos países a "compartir con solidaridad los costes de la reducción de la deuda" y afirmó que "en Africa se necesitan medidas concretas para erradicar la pobreza y tiene que ser ayudada promoviendo un auténtico desarrollo".

Pese a esta preocupación por la situación que atraviesan algunos países del mundo, el Papa Benedicto XVI no parece ser muy proclive a viajar. En este primer año de Pontificado realizó sólo dos viajes que ya estaban en la agenda de su antecesor: el Congreso Eucarístico de Bari (sur de Italia), el 29 de mayo, y las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia (Alemania).

El viaje a Colonia sirvió para confirmar la importancia que da la Iglesia Católica a los jóvenes, continuando con un acercamiento que ya había iniciado Juan Pablo II. Además, también sirvió para entablar relaciones con representantes de diferentes religiones, ya que Benedicto XVI se reunió con los representantes islámicos. En este sentido, la visita a la Sinagoga de la ciudad fue la gran señal de continuidad para el acercamiento a los judíos.

DIALOGO CON SUS MINISTROS.

Además de las relaciones con otras religiones, el Papa reforzó en estos doce meses el diálogo con los ministros de la Iglesia, considerando que el intercambio de opiniones con obispos y cardenales es de gran beneficio. Sobre esta cuestión, Benedicto XVI insistió en reiteradas ocasiones en la necesidad de apoyo por parte de sus ministros para cumplir con su misión.

Así, celebró en octubre la Asamblea general ordinaria de los obispos, bajo el tema 'La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia'. También, en ocasión de su primer Consistorio, el pasado 24 de marzo, cuando nombró a 15 nuevos cardenales y entre los que se encontraba el arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal española, monseñor Antonio Cañizares Llovera, el Papa se reunió en varias ocasiones con los purpurados.

"Se que podré contar siempre con vuestra colaboración, que siento que necesito. Los encuentros entre el Colegio Cardenalicio y el Sucesor de Pedro, como ya ocurrió el pasado jueves, continuarán a ser ocasiones privilegiadas para intentar juntos servir mejor a la Iglesia", dijo entonces Benedicto XVI.

En este Pontificado, el Papa también comenzó la esperada reforma de la Curia, que se esperaba mucho más rápida y que, sin embargo, se quedó por el momento reducida a la unificación del dicasterio del Consejo Pontificio para la Cultura y el del Diálogo interreligioso y el del Consejo para los Migrantes y el de Justicia y de Paz.