ROMA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha denunciado que la explotación sexual de mujeres y niños es "una vergüenza" para las sociedades "que presumen de ser modernas y haber conseguido altos niveles de cultura y de desarrollo".
Durante un encuentro con los participantes del Simposio Internacional sobre la Pastoral de Calle, promovido por el Pontificio Consejo de la Pastoral para los migrantes e Itinerantes, que concluye este jueves en Roma, el Pontífice ha mostrado su preocupación ante el aumento de mujeres "obligadas a ganarse la vida en la calle, vendiendo su cuerpo, explotadas por las organizaciones criminales y a veces por los parientes y familiares".
"Tal realidad es una vergüenza para nuestras sociedades que presumen de ser modernas y de haber conseguido altos niveles de cultura y de desarrollo", ha lamentado.
En esta línea, ha subrayado que la "corrupción" y la "búsqueda del beneficio a toda costa" privan a los inocentes y los más débiles de la sociedad de la posibilidad de una vida con dignidad y al mismo tiempo alimentan la criminalidad de la trata y de otras injusticias.
"Nadie puede permanecer indiferente ante la urgente necesidad de salvaguardar la dignidad de la mujer, amenazada por factores económicos y culturales", ha expresado en este sentido.
Así, ha incidido en que las mujeres y niños que viven en la calle "no son ni números, ni paquetes que intercambiar" y ha lamentado la "carencia de leyes y de estructuras adecuadas contribuye a agravar su estado de privación".
En este sentido, ha denunciado que la falta de una "verdadera familia, de educación y de una verdadera asistencia sanitaria" hace que los niños sean una "presa fácil de las organizaciones criminales".
"Es un grito de acusación contra un sistema social que desde hace decenios criticamos, pero que nos cuesta cambiar según criterios de justicia", ha lamentado.
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