MADRID, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Papa Francisco ha criticado los colegios católicos convertidos en un "búnker" que se concentran en una "instrucción religiosa" que es "incapaz de provocar experiencias de fe perdurables". Así lo advierte en su exhortación apostólica postsinodal 'Vive Cristo' dirigida especialmente a los jóvenes.
Según precisa el Pontífice, la escuela es "sin duda" una plataforma "privilegiada" para la promoción de la persona y recuerda que, por ello, la Iglesia ha instituido sus propios centros educativos. Si bien, precisa que "la escuela necesita una urgente autocrítica".
"Si vemos los resultados que deja la pastoral de muchas de ellas, es una pastoral concentrada en la instrucción religiosa que a menudo es incapaz de provocar experiencias de fe perdurables" subraya en el documento magisterial, firmado el pasado 25 de marzo en Loreto y publicado este martes 2 de abril.
En concreto, afirma que "hay algunos colegios católicos que parecen estar organizados sólo para la preservación" y que "la fobia al cambio hace que no puedan tolerar la incertidumbre y se replieguen ante los peligros, reales o imaginarios, que todo cambio trae consigo".
"La escuela convertida en un 'búnker' que protege de los errores "de afuera, es la expresión caricaturizada de esta tendencia --recalca el Pontífice--. Esa imagen refleja de un modo estremecedor lo que experimentan muchísimos jóvenes al egresar de algunos establecimientos educativos: una insalvable inadecuación entre lo que les enseñaron y el mundo en el cual les toca vivir".
En este sentido, añade que incluso las propuestas religiosas y morales que recibieron en el colegio "no los han preparado para confrontarlas con un mundo que las ridiculiza, y no han aprendido formas de orar y de vivir la fe que puedan ser fácilmente sostenidas en medio del ritmo de esta sociedad".
Algunos criterios inspiradores, según señala el Papa, ya las señaló en la Constitución Apostólica sobre las Universidades y Facultades eclesiásticas 'Veritatis gaudium' (La alegría de la verdad): "la experiencia del kerygma (anuncio), el diálogo a todos los niveles, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad, el fomento de la cultura del encuentro, la urgente necesidad de crear redes y la opción por los últimos".
Asimismo, el Papa añade que las instituciones educativas de la Iglesia son "un ámbito comunitario de acompañamiento" que permite orientar a muchos jóvenes, sobre todo "cuando tratan de acoger a todos los jóvenes, independientemente de sus opciones religiosas".
