El Papa: "No se ha escuchado jamás de un santo triste y con la cara fúnebre porque sería una contradicción"

Papa Francisco durante el Angelus
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Actualizado: domingo, 14 diciembre 2014 12:34

ROMA, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha afirmado este domingo que "no se ha escuchado jamás de un santo triste y con la cara fúnebre porque sería una contradicción", al tiempo que ha manifestado que Jesús "no es un personaje del pasado".

Durante el rezo del Ángelus, Francisco ha subrayado que la alegría del cristiano no está "reenviada al Paraíso" o fundada sólo en la "espera", ya que se trata de una alegría "real" y que se puede experimentar en este mismo momento. "No es que en la tierra estemos tristes y seremos felices en el paraíso. Con Jesús la alegría está en casa", ha comentado el Papa.

El Obispo de Roma ha llamado a tender el corazón a Jesús y así "encontrar la paz interior y la fuerza para afrontar las situaciones más difíciles". Asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico, Francisco ha exclamado que Jesús "está vivo" y que se hace presente sobre todo "a través de la Palabra y los Sacramentos".

Por eso ha decidido regalar un libro de oraciones, preparado por la Limosnería Apostólica de la Santa Sede y publicado por la Librería Editora Vaticana, que ha sido distribuido por voluntarios a los fieles.

Durante la catequesis, el Papa ha explicado ya desde hace dos semanas el Tiempo de Adviento invita a la "vigilancia espiritual para preparar el camino a la llegada del Señor" y ha señalado que todo pueblo desea la felicidad y que los cristianos están llamados a vivir y dar testimonio de la "cercanía de Dios" y de su presencia en la vida cotidiana, que son los elementos de la felicidad del cristiano.

"Cuando Jesús ha entrado en la historia con su nacimiento en Belén, la Humanidad ha recibido el germen del Reino de Dios", ha exclamado Francisco ante cientos de personas reunidas en la plaza de San Pedro.

Por otro lado, el Papa ha destacado que todos los bautizados están llamados a "acoger siempre nuevamente la presencia de Dios" y a ayudar a los demás a "descubrirla", lo que ha definido como "una misión bellísima".

El Pontífice ha detallado que las condiciones para ser "misioneros de la alegría" son: "rezar con perseverancia, dar siempre gracias a Dios, secundar al Espíritu Santo y buscar el bien y evitar el mal".