El Papa Francisco saluda a una niña con síndrome de Down
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Actualizado: sábado, 12 noviembre 2016 22:44

ROMA, 12 Nov. (EUROPA PRESS ) -

El Papa ha instado en la última audiencia jubilar del Año de la Misericordia, que concluirá el próximo 20 de noviembre, a no excluir a nadie por razones de idioma, de raza, de cultura o de religión al tiempo que ha llamado a construir una sociedad de la inclusión.

Ante miles de personas que se han congregado en la plaza de san Pedro, el pontífice ha señalado que "nadie está excluido" de la llamada de Dios, porque "la misión de Jesús es revelar a cada persona el amor del Padre". Y ha clamado: "No nos obstaculicemos los unos a los otros. No excluyamos a nadie".

"La inclusión, que refleja el actuar de Dios, que no excluye a nadie de su designio amoroso de salvación, sino llama a todos", ha explicado el Papa.

En este sentido, ha reflexionado sobre "la cantidad de personas cansadas y oprimidas que se encuentran cada día, en las oficinas, en los ambulatorios..." y ha pedido que ellos puedan encontrar a Jesús. Por eso ha recordado que la invocación de Jesús es: "vengan a mí todos los que están cansados y agobiados".

Además, ha precisado que por el sacramento del bautismo, la persona se convierte en hijo de Dios y en miembro del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Así, ha pedido a los cristianos que usen en la vida cotidiana ese criterio de la "misericordia" y que incluyan en sus vidas a todos. Y ha exclamado finalmente: "Evitemos encerrarnos en nosotros mismos y en nuestras propias seguridades".

A continuación, el Papa ha nombrado a los voluntarios del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, procedentes de distintos países y les ha agradecido su labor. En su tradicional saludo a los recién casados, el Papa les ha pedido que "la rectitud moral" les recuerde "la importancia de los valores en la educación de los hijos".

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