VALENCIA, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
La parroquia de Santa Catalina de Alzira (Valencia) ha instalado un retablo en honor a los cuatro mártires alcireños de la persecución religiosa de 1936, que fueron beatificados en marzo del año 2001 por el Papa Juan Pablo II, según informaron hoy fuentes del Arzobispado en un comunicado.
El retablo, obra del artista alcireño recientemente fallecido, Joaquín Gómez Perelló, está presidido por la Virgen de Lluch, patrona de la localidad, a cuyos pies se encuentran las imágenes de los mártires Vicente Pelufo, Salvador Enguix, María Purificación Vidal y Josefina Moscardó, explicó José Enrique Masiá, párroco de Santa Catalina.
La obra, ubicada en una de las capillas laterales del templo, está compuesta por un altorrelieve policromado de más de cinco metros de altura, y enmarcado por unas molduras de estilo clasicista, "para adecuarse al conjunto decorativo de la parroquia", según Masiá. El retablo, ante el que se han habilitado reclinatorios, se ha creado como lugar de oración para los fieles de la localidad, "que sienten gran devoción por los beatos naturales de Alzira", agregó.
El conjunto supuso un coste total de 40.884 euros, sufragados en su totalidad por fieles de Alzira, devotos de la Virgen del Lluch, y parroquianos de la localidad, interesados en la elaboración del altar de los mártires, según el párroco, que añadió que durante los próximos meses está prevista la instalación de un sistema de iluminación adecuada para el retablo, así como la bendición de la nueva capilla.
El sacerdote Vicente Pelufo, el veterinario Salvador Damián Enguix, junto a las seglares María Purificación Vidal y Josefina Moscardó, murieron entre los meses de septiembre y octubre del año 1936, víctimas de la persecución religiosa.
