Piden 12 años de cárcel para los dueños de un club pontevedrés por prostitución y promoción de inmigración clandestina

PONTEVEDRA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía pide penas que suman los doce años de cárcel para los dos dueños de un club de alterne de Cotobade (Pontevedra) por dos presuntos delitos de prostitución y otro de promoción de la inmigración clandestina.

La Audiencia Provincial de Pontevedra celebró hoy un juicio contra la administradora y supuesto propietario del club de alterne Parquesol, en San Xurxo de Sacos, Cotobade.

En el juicio, que quedó visto para sentencia, la Fiscalía solicitó ocho años de prisión, incrementando en dos la petición inicial, para Irina D. y Rogelio S. por delitos de prostitución y de promoción de la inmigración clandestina.

El Ministerio Fiscal trató de demostrar que una vez que las mujeres, principalmente de origen paraguayo, llegaban a España, eran llevadas al club en donde se les informaba de las condiciones económicas de su trabajo, siendo la primera de ellas la obligación de devolver los 3.200 euros del coste del viaje, el cual supuestamente les habían adelantado, pagando además 50 euros al día por una habitación, con un horario de trabajo de 19.00 a 3.00 horas, y quedándose con parte del pago de los clientes.

SEMI-ESCLAVITUD

Además, como agravante, las mujeres se encontraban, según la Fiscalía, en régimen de "semi-esclavitud, encierro y privación de libertad", toda vez que no podían salir del club hasta el completo pago de la deuda.

La Fiscalía, apoyada en la declaración de una testigo protegida, también solicita la clausura del Club Parquesol durante cuatro años y la prohibición para que los acusados puedan volver a dedicarse a estas actividades, mientras la defensa demanda la libre absolución, al considerar no probados los hechos.

Los dos imputados, que negaron su participación en una trama organizada, rechazaron las acusaciones e incluso, en el caso de Rogelio S., afirmó desconocer las actividades que se realizaba en el interior del Club Parquesol, al que calificó como "una pensión y bar que funcionaba como un hotel normal y corriente".