Piden 19 años de cárcel para un acusado de contactar con varios sicarios para asesinar a su mujer

Audiencia de Madrid
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 22 noviembre 2011 18:27

MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Madrid solicita 19 años de prisión para un acusado de contactar con varios sicarios para asesinar a su mujer, a quien maltrató y amenazó en reiteradas ocasiones desde 2007.

La Audiencia Provincial de Madrid juzgará a Ricardo C. F. este jueves por los delitos de proposición de asesinato, maltrato habitual, maltrato de obra en el ámbito familiar y un delito continuado de amenazas graves.

El fiscal solicita una pena que oscila entre los diecinueve y los once años, dependiendo de que la primera de las acusaciones --la proposición de asesinato-- se concrete en esos términos o sea finalmente considerada un delito de amenazas graves.

Según el fiscal, el procesado comenzó a tratar a su mujer de una manera despectiva y humillante catorce años después de que se iniciara su matrimonio.

La situación de angustia se incrementó cuando la esposa le comentó que se encontraba embarazada. Tras reaccionar de manera agresiva ante la noticia, emplazó a la mujer a abortar, llegando incluso a contactar a través del correo electrónico con quienes pudieran venderle un producto denominado 'cytotec' para que la mujer, "si no quería abortar por las buenas, lo hiciera por las malas".

Al no poder aguantar más la convivencia, la esposa abandonó Madrid con destino a la localidad andaluza de Pozoblanco, donde recibió varias llamadas telefónicas de Ricardo en las que éste le amenazaba con que "ya hay 60 mujeres muertas y ella iba a ser la 61" o que "entendía a los hombres que mataban a sus mujeres".

La mujer comentó los hechos a la Guardia Civil, entre ellos que Ricardo, también a través del correo electrónico, había emprendido la búsqueda de un sicario para acabar con la vida de su esposa.

Así, pudo comprobarse que al menos había entrado en contacto con seis cuentas de correo donde, a cambio de una cantidad de dinero que oscilaba entre los 2.500 y los 3.000 euros, diferentes personas mostraban su disposición a llevar adelante "el trabajo".

No obstante, y por el temor a que alguien pudiera relacionarle con la hipotética muerte de la esposa, nunca llegó a cerrar trato definitivo con nadie.