- Los sanitarios del Samur-Protección Civil que atendieron al joven Ussía indican que la reanimación cardiaca se práctico de forma adecuada puesto que se controlaba con un monitor
MADRID, 8 Mar. (OTR/PRESS) -
Testimonio clave en el juicio por el homicidio de Álvaro Ussía para dilucidar la causa de la muerte del chico. La defensa del principal acusado sostiene que el masaje cardíaco provocó la rotura de su corazón, sin embargo los facultativos del Samur-Protección Civil que atendieron al joven de 18 años han coincidido en declarar este martes que no hay casos de roturas de corazón por tareas de reanimación cardiaca. "Jamás he visto que se haya roto el corazón", ha llegado a afirmar en la Audiencia Provincial de Madrid una doctora que atendió a Ussía, quien ha añadido que el masaje no se practicó de forma inadecuada, puesto que se controlaba a través de un monitor.
Todos los sanitarios que han testificado en el juicio por homicidio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid han descartado que el masaje cardíaco produjera la muerte de Álvaro Ussía al no existir casos de este tipo, contradiciendo la tesis de las defensas de los tres porteros imputados: Antonio S.S, alias 'Pitoño', el principal acusado; David A. y David S.
Los facultativos del Samur-Protección Civil que atendieron al joven madrileño han manifestado en la sesión de este martes que cuando llegaron a la sala madrileña El Balcón de Rosales el joven se encontraba muy grave al estar inconsciente y no responder a estímulos, procediéndose a practicarle un masaje cuando entró en parada cardiorrespiratoria.
Tras recibir un aviso en la madrugada del quince de noviembre de 2008 acerca de una persona inconsciente, una unidad del Samur se personó en el lugar de los hechos a las 5.27 horas. A su llegada, según ha testificado el técnico Emilio José G.M., se encontraron al chico en posición lateral e inconsciente, siendo alertados de que había sido agredido por los porteros de El Balcón de Rosales.
En ese momento, los técnicos valoraron al paciente y se le tomó pulso, presentando 140 latidos por minuto, cuando lo normal es entre 80 y 100 latidos. De este modo, se le puso un desfibrilador ya que no respondía a estímulos. Al persistir la gravedad, los sanitarios avisaron a una unidad médica avanzada del Samur. A su llegada, Ussía entró en parada cardiorrespiratoria en el momento en el que se le trasladó del suelo a la camilla, por lo que se procedió a la práctica de un masaje cardíaco y a tareas de ventilación, que duró entre 40 y 50 minutos.
"Jamás he visto que se haya roto el corazón", ha zanjado la doctora Yolanda H.T., perteneciente al equipo que llegó de soporte de ayuda a la unidad básica del Samur-Protección Civil. Aunque ha reconocido que "cuando un corazón está tocado es posible que se pare", la sanitaria ha subrayado que no se practicó de forma inadecuada, puesto que se controlaba a través del monitor.
SIN HEMATOMAS
Tanto Emilio José G.M., como Enrique C.N., ambos especializados en emergencias médicas en nivel avanzado, han indicado que Álvaro Ussía no presentaba ni hematomas ni arañazos ni en el cuerpo ni en la cabeza. "Intentamos hacer todo lo posible por salvar la vida del chaval", han subrayado los técnicos de la unidad básica del Samur a preguntas de la letrada Miriam Vergara, que defiende al principal acusado.
"Estaba muy grave. En ningún momento recobró la consciencia", ha indicado Emilio, quien ha recalcado que no se podía saber si tenía el corazón aplastado porque no tenían aparatos y ha aseverado que no conoce a nadie a quien se le haya roto el corazón por masaje cardíaco. "Estaba en posición lateral de seguridad. Estaba inconsciente, tenía pulso y no respondía a estímulos, por lo que se activó el soporte vital avanzado. Se le conectó una cánula para tener vía abierta y se le introdujo oxígeno por mascarilla, colocándole un desfibrilador para evitar parada cardiaca", ha declarado Enrique.
Fue entonces cuando se avisó a otra unidad avanzada con médico. El masaje se practica cuando no hay ritmo cardiaco. Se hizo dentro de la unidad móvil porque se veía el ritmo en los aparatos", ha apuntado. También ha declarado que no tiene constancia de que se haya roto algún corazón con un masaje cardiaco.
DUDAS ACERCA DEL CONSUMO DE DROGAS
La doctora Yolanda H.T. ha señalado que su equipo llegó de soporte de ayuda a la unidad básica del Samur-Protección Civil ante la situación grave que presentaba el paciente. Según su relato, el chico no respondía a estímulos y presentaba una taquicardia de 147 pulsaciones por minuto. Por ello se decidió tratarle como un coma específico al no responder a ningún estímulo.
"Tenía los ojos abiertos cuando llegué", ha recalcado la sanitaria, quien ha declarado que se intubó al paciente para que no sufriera. Se le aplicó un sedante y un relajante muscular a través de dos vías en vena, así como antídotos por si hubiera consumido drogas, por protocolo.
Dudó entonces, según ha indicado, que Álvaro Ussía hubiera consumido drogas por la variación de pupilas que presentaba, con una más grande que la otra por posible trauma o falta de oxígeno en la sangre. Y se le inyectó una ampolla de atropina para estimular el corazón, pero la frecuencia cardiaca al final se paró. Tras ello, los técnicos iniciaron el masaje cardíaco cuando se le pasó a la camilla de ruedas. "Hasta que no se para no se le hace el masaje", ha subrayado la doctora.
CURSOS ANUALES DE PERFECCIONAMIENTO DE MASAJE
Para la facultativo Antonio M.V., de la unidad de soporte avanzado, no es posible que las tareas de reanimación pudieran haber desencadenado la muerte del chico, puesto que todo el personal del Samur recibe de forma anual cursos de perfeccionamiento de masaje cardíaco. La doctora Yolanda H.T. también ha afirmado que a lo largo de su trayectoria médica nunca ha visto que un masaje cardíaco haya provocado una rotura de pericardio.
Incluso ha puntualizado que las recomendaciones médicas establecen que cualquier persona debe hacer un masaje aunque no sepa si se encuentra en una situación que se requiera. "Era un buen masaje", ha insistido.
Durante todo el trayecto al Hospital Clínico San Carlos se le siguió practicando el masaje, siendo correcto a su entender. "No daba pulso de ningún tipo. Se le hizo una ecografía y se veía que una zona del corazón no latía", ha especificado. A preguntas del fiscal sobre si ese corazón llegó a ser efectivo para la vida, la sanitaria ha respondido con un rotundo "no".
Sin embargo no han sido los de los sanitarios los únicos testimonios que el jurado popular, que enjuicia los hechos desde la pasado semana, ha escuchado a lo largo de la jornada. Un policía nacional de Asuntos Internos, ha testificado en relación a la presunta implicación de un funcionario en los hechos vinculados a Fortesa, la subcontrata de la discoteca donde sucedieron los hechos. La administradora de Fortesa, cuya pareja era un policía nacional, aseguró que esa noche trabajaron cinco porteros, mientras que el agente ha declarado que ellos identificaron hasta un total de diez, tras tomar declaración al encargado de la sala.
