S Santa.- El obispo de Tenerife propone vivir la Semana Santa con manos que no se ensucian con corrupción ni sobornos"

Actualizado: domingo, 28 marzo 2010 17:18

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha invitado este Domingo de Ramos a los fieles "a contemplar las actitudes de Jesús frente a la pasión, y a imitarlas". Aquí puntualizó que hay que vivir la Semana Santa "con manos que no se ensucian con la corrupción, los sobornos o la violencia".

Poco después de las 10.00 horas y en un lateral de la cerrada Catedral de La Laguna, el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, comenzó la celebración del Domingo de Ramos bendiciendo, precisamente, las palmas y olivos.

Desde allí, esta vez sin la imagen del llamado 'Señor de la Burrita', con una nutrida presencia de fieles, la procesión se dirigió al templo de La Concepción, donde se celebró la solemne eucaristía de la jornada. Tras la Misa se realizó la procesión de la "entrada de Jesús en Jerusalén, acompañada de su Hermandad.

En la homilía de este día, pórtico de la Semana Santa, el prelado destacó que "estamos comenzando estos días, como señala San Pablo, porque Jesús es Señor"; "por eso, toda lengua proclama, también ahora, que Jesús es Señor, para gloria de Dios Padre".

En su primera intervención de estos días, el obispo invitó a reflexionar sobre las actitudes de Jesús, tal y como se reflejan en el relato de la Pasión que se lee en la Misa de esta jornada. Así, Álvarez enfatizó la vivencia de Jesús de: la misericordia, el consuelo, el hacer el bien a los que le hacían mal, la misericordia, el cumplimiento de la voluntad del Padre, su inocencia, etc.

Para el obispo, contemplar a Jesús viviendo su pasión, provocó en las multitudes de entonces, en el centurión romano, en Pedro, la "conversión del corazón", el cambio de vida. Ojalá --enfatizó-- "eso ocurra también en nosotros, en cada uno estos días; que contemplando la Pasión del Jesús, su muerte y resurrección, sus modo de vivir, sus actitudes, nos convirtamos de corazón, cambiemos algunas cosas de la vida, volvamos más y mejor a Dios y al servicio a los hermanos".

"Prestemos atención a lo importante y grande de la Semana Santa y no nos quedemos en los aspectos más periféricos, por muy bellos que sean". Así se expresó, por otra parte, el obispo, Bernardo Álvarez.

El prelado nivariense dirigió un mensaje pastoral titulado con la expresión de Jesús: "el que tenga oídos, que oiga". Sería lamentable, dijo Álvarez, "que pasemos por la Semana Santa, sin que la Semana Santa pase por nosotros". "No tiene razón de ser una Semana Santa con un corazón lejos de Dios", dijo.

"También yo quiero, en esta ocasión --propuso Álvarez-- utilizar la frase de Jesús en relación con un tema de vital importancia para nuestras comunidades y, en ellas, para cada fiel cristiano: 'Es Semana Santa: el que tenga oídos, que oiga". "Sí", dijo el obispo Nivariense, "presten atención porque la Semana Santa es el gran mensaje de Cristo Resucitado, el que vive, el que estuvo muerto pero ahora está vivo por los siglos de los siglos".

Además, según Bernardo Álvarez, "por diversas causas --sociales, culturales, a veces políticas y hasta religiosas-- existe el peligro real de reducir la Semana Santa. Ella es, ante todo "una celebración litúrgica, la más importante del Año Cristiano". El obispo -- siguiendo al Papa-- invitó a cada uno a vivir esta Semana Grande con "manos inocentes y corazón limpio".

"Manos inocentes son manos que no se usan para actos de violencia. Son manos que no se ensucian con la corrupción, con sobornos. Corazón puro es un corazón que no finge y no se mancha con la mentira y la hipocresía; un corazón transparente como el agua de un manantial, porque no tiene dobleces. Es puro un corazón que no se extravía, un corazón cuyo amor es verdadero", argumentó.

Celebrar la Semana Santa, para Álvarez, "es mirar a Jesucristo, no como un personaje del pasado y sin vida personal actual, sino como Aquél que constantemente nos habla y nos da vida", finalizó.