Francisco Javier Martínez consiguió abandonar la droga, rehacer su vida mientras cuidaba de su padre enfermo y un trabajo estable
SARREAUS (OURENSE), 4 (EUROPA PRESS)
Vecinos de Sarreaus, un pueblo de la provincia de Ourense de unos 1.700 habitantes, se están movilizando en la recogida de firmas para pedir que un joven de la zona, Francisco Javier Martínez, abandone la cárcel de Pereiro de Aguiar, donde ingresó el pasado mes de agosto para cumplir condena por un delito que cometió hace ocho años.
El Ayuntamiento de Sarreaus, con su alcalde a la cabeza, Gumersindo Lamas, se ha sumado a la recogida de apoyos y ya llevan recabadas mil firmas en apenas cuatro días, pese a que este es un pueblo pequeño que no llega ni a los 2.000 vecinos.
"No pretendemos que quien cometa delitos no pague a la sociedad, pero hay muchas formas, incluso el tercer grado, que es lo que pedimos", asevera el alcalde de Sarreaus, quien explica que el pueblo se quedó "conmocionado" porque se trata de "una persona integrada con los vecinos, en la empresa en la que trabaja, donde es muy querido".
Francisco Javier Martínez era drogadicto, pero consiguió abandonar las drogas y rehacer su vida mientras cuidaba a su padre enfermo y en la actualidad cuenta con un trabajo estable. "Ha sido un palo muy grande porque una persona así que tenga que volver a la cárcel puede ser un paso atrás, un volver al pasado y así no se integran las personas", destacó el alcalde de Sarreaus.
FORMAS DE PAGAR CONDENA
Por su parte, Eugenia Josefa López, la madre del chico, reconoció que su hijo cometió "fechorías" cuando estaba "enganchado a la droga", pero subrayó que, después de ocho años, "de haberse desenganchado" y cuando tiene la vida encauzada con un trabajo estable, "no es justo meterlo en prisión". "Hay otras formas de pagar las condenas que no sean la cárcel", afirmó.
"Yo no pido que quede sin pagar, si la hizo que la pague, pero creo que hay otras maneras de pagar la condena", afirmó su madre, para quien su hijo podría realizar servicios sociales, pasar la noche en la cárcel o los fines de semana, "pero no ingresar en prisión ahora que tiene su vida encauzada". "Le destrozan la vida totalmente. Me da miedo que viéndose así vuelva a caer en las drogas", afirmó.
Los vecinos de Sarreaus (Ourense), con su alcalde al frente, se han unido para pedir "una justicia distinta" a la que se ha aplicado con su vecino adoptivo Francisco Javier Martínez, quien hace ocho años cometió varios delitos para conseguir dinero con el cual costearse la droga a la que era adicto. No obstante, su madre puntualiza que "nunca fue agresivo con nadie".
Los problemas familiares derivaron en la separación de los padres de Francisco Javier. Su padre cambió de residencia y se trasladó a vivir al ayuntamiento orensano de Sarreaus, mientras su madre y sus hermanos se quedaron en A Coruña.
VIDA EN SARREAUS
Tres años después, el padre de Javi comenzó a sufrir un deterioro grave en su salud, por lo que entre todos los hermanos decidieron que fuera Francisco Javier el que viviese con él para ayudarle y, así, él mismo pudiese volcarse en salir de la droga.
"Cuando llegó, era un chico muy nervioso, pero eso ya pasó", dijo a Europa Press Teresa Limia, prima de este chico, quien nos recuerda cómo fueron sus comienzos en Sarreaus. "Empezó a trabajar como un chico de pueblo, limpiando fincas por el día y haciendo chapuzas por la noche", lo que pronto le fue abriendo puertas entre los vecinos, que lo acogieron como a uno más.
Durante todo este tiempo, Francisco Javier, además de cuidar de su padre, gravemente enfermo, y de "desengancharse de la droga" consiguió un trabajo fijo. Para Teresa Limia, su primo "está viviendo una injusticia". "Una persona como él, que tiene el mérito de rehabilitarse el solito, con una fuerza de voluntad tremenda, cuidando de su padre y encauzando su vida", agregó.