MADRID, 27 Ene. (EDIZIONES) -
Pedro y Ana son dos personas que no se conocen pero tienen algo en común que les afecta desde que se despiertan hasta que se acuestan: ambos comparten un Trastorno de Personalidad Obsesivo. Forman parte del 1 por ciento de la población que lo padece.
Se caracterizan por ser personas hiperresponsables, muy exigentes consigo mismas y los demás, rígidas, perfeccionistas, inseguras, dogmáticas, inflexibles, indecisas y con dificultad para expresar sus emociones.
Su día a día es complicado, todo para ellos requiere tiempo, mucho tiempo, porque si no está perfecto, no merece la pena; si es mediocre, para qué hacerlo.
Se guían por una sarta infinita de 'deberías': "debería preparar la comida antes de las 15:00", "debería haber llamado por teléfono primero", "debería"...
Pedro dejó de trabajar al poco de empezar. Le costaba trabajar en equipo, los demás tenían otro ritmo y otras ideas sobre cómo deberían ser las cosas. Trató de explicarles su modo de trabajar. Tras muchas discusiones y explicaciones sobre el modo "correcto" de hacer las cosas, desarrolló problemas de ansiedad y le dieron la baja laboral. Teme el día de su reincorporación.
Ana es una mujer sensible, pero de apariencia fría y distante, no suele dar besos, ni siquiera a sus hijos. Le gusta tener todo planificado y le cuesta tomar decisiones. Cualquier imprevisto le descoloca por completo. Desde que nacieron los gemelos sus planes se ven constantemente truncados y esto le ha costado una depresión.
¿QUÉ ES UN TRASTORNO DE PERSONALIDAD?
Es una forma de ser, de ver el mundo y relacionarse con los demás, estable en el tiempo, rígida e invariable, que resulta perjudicial para uno mismo y/o los demás.
Todos pensamos, sentimos y actuamos de determinado modo, en general cada uno de un modo concreto y más o menos estable, que diferencia nuestra personalidad de la de los demás. La personalidad normal es la que tiene la capacidad de adaptarse y ser flexible cuando las circunstancias lo requieren.
Ser capaz de variar tu horario habitual de comidas porque has quedado con un amigo, dejar de estudiar si estas cansado y no te cunde, serían ejemplos de adaptación y flexibilidad. Una persona con Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo no es capaz de introducir estos pequeños cambios, o si lo hace, le supondrán un gran sufrimiento.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TRASTORNO DE PERSONALIDAD OBSESIVO-COMPULSIVO?
Según DSM-5, manual que utilizamos los psicólogos y psiquiatras para diagnosticar, estas son sus manifestaciones:
Son personas preocupadas en exceso por el orden, el perfeccionismo y el control tanto de sí mismos como de los demás. Rechazan la flexibilidad y la espontaneidad, a pesar de resultar así menos eficaces.
- Se preocupan en exceso por detalles que para los demás son nimios o sin importancia. Su dedicación a estos detalles llega hasta tal punto, que pierden de vista el objetivo por el que están haciendo la actividad.
- Siguen las normas a rajatabla, ya que las consideran vitales. Cuando algo no se rige por normas, les surge la indecisión, no saben qué hacer y temen equivocarse.
- Presentan alta necesidad de control. Son muy rígidos con su organización y sus horarios, siendo estos inamovibles y prioritarios. No se pueden cambiar bajo ningún concepto.
- Perfeccionistas y meticulosos hasta la médula, de modo que casi nunca acaban sus tareas, siempre hay algo que mejorar y nunca están satisfechos. No hay lugar para el error, eso sería una catástrofe.
- Se convierten en capitalistas con su tiempo, que ha de producir, por lo que se dedican en exceso al trabajo y nunca tienen tiempo para las amistades o el ocio, que consideran un pasatiempo improductivo, propio de "vagos".
- No les gusta delegar tareas o trabajar con otros, a menos que éstos se sometan exactamente a su forma de hacer las cosas. Temen que el resultado sea "mediocre" si no lo hacen así.
- Son rígidos y tercos. Incapaces de flexibilizar sus propias normas autoimpuestas.
- Inflexibles en temas de moral, ética o valores. Donde llegan a creerse en posesión de una verdad absoluta y universal.
- Tienen serias dificultades para deshacerse de objetos gastados o inútiles, a los que siempre ven una posible utilidad futura.
- Tacaños en los gastos para sí mismos y los demás, ya que consideran que el dinero se debe acumular para posibles catástrofes futuras.
Si te descubres a ti mismo, o algún conocido que encaja en esta descripción, y sientes que todo esto te puede estar perjudicando a nivel social, académico o laboral, es el momento de buscar ayuda. Consulta a tu psicólogo o psiquiatra de referencia.
Puede que sólo te identifiques con alguno de estos rasgos, pero no con la mayoría, en tal caso probablemente no tengas un Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo. Valora si esa forma de ser te está afectando negativamente de algún modo, o a los que conviven y se relacionan contigo. Tú también puedes disfrutar de ayuda que mejore tu adaptación y haga tu vida más fácil.
NO ES LO MISMO QUE EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPLUSIVO o TOC (A SECAS)
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo o TOC es un trastorno de ansiedad y quienes lo padecen presentan obsesiones (imágenes o ideas recurrentes) y/o compulsiones (conductas que sienten que tienen que hacer para compensar la obsesión).
Una persona con Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo puede llegar a tener en un momento dado un Trastorno Obsesivo Compulsivo, pero no tienen porqué darse juntos. Son dos entidades distintas.
PROBLEMAS ASOCIADOS
Es difícil darse cuenta de que tienes un trastorno de personalidad, al fin y al cabo, desde que recuerdas, siempre "has sido así". Es complicado ver el sufrimiento que te puede estar causando esa forma de ser, porque tampoco conoces otra y es algo abstracto.
Muchos pacientes acuden en busca de ayuda por otros síntomas que esconden el Trastorno Obsesivo de Personalidad y son producto de éste: problemas de ansiedad y depresión principalmente. Aunque también pueden producirse problemas de insomnio, de pareja, sexuales o laborales.
Estos problemas son la cara visible del trastorno, ya que puedes identificarlos y eres consciente del sufrimiento que te causan. También puedes detectar con facilidad qué situaciones te causan más problemas (laborales, sociales...).
Otras de las complicaciones habituales del Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo, son las somatizaciones: alteraciones gastrointestinales, dolores de cabeza o espalda, estreñimiento, úlceras, fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica. Síntomas que no se pueden explicar por una enfermedad médica.
¿EXISTE ALGÚN TRATAMIENTO?
Existen varias opciones de tratamiento distintas, pero el tratamiento más efectivo es la psicoterapia en manos de un psicólogo o psiquiatra especializados. Acompañado o no de fármacos, en función de la gravedad del trastorno.
El pronóstico con tratamiento es muy bueno, dada la forma de ser de estas personas. Pueden aprender a sacarle partido a sus cualidades en beneficio propio y de otros sin necesidad de sufrimiento. La meticulosidad, la responsabilidad, la perseverancia con flexibilidad son muy positivas.
¡El perfeccionismo con mesura tiene sus ventajas!
Elena Trigo López
Psicóloga
Libros:
“Síndrome del perfeccionista: El anancástico: Cómo superar un problema tan común y devastador”. Manuel Álvarez Romero. Editorial Books4pocket, 2010.
“Cuando lo perfecto no es suficiente: Estrategias para hacer frente al perfeccionismo”. Richard P. Swinson y Martin M. Antony. Editorial Desclee de Brouwer, 2004.
“Cuando hacerlo bien no basta: Psicología del perfeccionismo”. Frederic Fanget. Editorial Urano, 2010.
“Ser felices sin ser perfectos: Estrategias de cambio para un anancástico”. Javier Schlatter Navarro. EUNSA
