BRUSELAS, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) ha dado la razón este jueves a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) y ha impedido el registro como marca europea audiovisual a 'LaTV3D' francesa y al entender que "hay riesgo de confusión" con respecto a los servicios que ofrece el canal autonómico TV3.
La CCMMA mantenía este litigio en las instancias europeas con esta marca francesa audiovisual que, según ha reconocido el TUE en su fallo, podía confundirse con la cadena catalana. 'LaTV3D' fue registrada por un ciudadano francés en 2016 como marca para prestar servicios de telecomunicaciones, educación, entretenimiento y deportes, edición y elaboración de informes, traducción e interpretación. Este fallo revierte la decisión de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO).
En una primera instancia, la EUIPO desestimó el riesgo de confusión al entender que debía tenerse en cuenta solo el territorio español y que los servicios de que se trata estaban dirigidos tanto al público en general como a profesionales. A juicio de la EUIPO las marcas eran similares en bajo grado a nivel gráfico y fonético y diferentes desde el punto de vista conceptual y señaló que la marca TV3 tenía escaso carácter distintivo respecto de los servicios que trata.
Ahora, ante los recursos de la Corporación catalana, el Tribunal con sede en Luxemburgo anula la resolución de la EUIPO en la medida en que descartó que hubiese riesgo de confusión respecto de los servicios, aunque sí admite que hay diferencia en cuanto a la labor de "traducción e interpretación", señala que el resto de servicios que prestan son "idénticos".
Además, el TUE afirma que la EUIPO se equivocó al calificar de escasa la similitud gráfica y fonética existente entre las dos marcas. En su sentencia falla que ambas presentan una similitud conceptual de grado medio, al compartir el elemento 'tv3' y ambos se refieren a la idea de televisión. En consecuencia, invalida parcialmente las conclusiones de la Oficina de Propiedad Intelectual y declara que los signos son similares a nivel gráfico, fonético y conceptual en grado medio.
Por todo ello, establece que la marca francesa induce a confusión y el público puede creer que los servicios proceden de una misma empresa o de empresas vinculadas económicamente.
