LA RÁBIDA (HUELVA), 5 (EUROPA PRESS)
El presidente del Consejo General de la Abogacía y presidente de la Unión de Profesionales, Carlos Carnicer, explicó hoy en una rueda de prensa que tras las últimas reformas en abogacía, el mayor reto para este sector es defender el futuro del Estado de Derecho, porque "sin él no hay nada" y consideró "imprescindible" para aumentar la calidad democrática de las instituciones.
En este sentido, la formación de los profesionales es clave, pero "debe regularse y materializarse la especialización", ya que "se habla de abogados penalistas y de familia", por ejemplo, pero esta tipología aun no está legitimada como tal.
Así, Carnicer reconoció que entre el 10-12 por ciento de los abogados de España están mal formados, a causa de que "han tenido que trabajar demasiado en tareas del día a día", pero un 50 por ciento de la abogacía del país "se puede comparar a la del resto de la Unión Europea", apuntó el presidente.
El mayor problema que hay a nivel europeo con respecto a la abogacía es que la formación de los abogados en cada país es "dispersa y diversa". El modelo alemán, por su parte, es uno de "los más competitivos", pues jueces, abogados y fiscales "reciben la misma preparación", algo que nada tiene que ver con lo que se ocurre en España, lamentó Carnicer.
"Pero esto no significa que nuestro nivel de abogacía no esté a la altura del europeo sino todo lo contrario", dijo el presidente, quién además explicó que el Estado "jamás hubiese confiado la justicia gratuita" --que supone la cuarta parte de la que existe en este país-- a este sector, que "ha defendido" a los pobres hasta que llegó la Constitución.
Carlos Carnicer participó hoy en una mesa redonda junto a los decanos de los colegios de abogados de Huelva, Burgos y Valencia, Juan José Domínguez Jiménez, Pablo Hernando Lara y Francisco Real Cuenca, dentro de un curso organizado por la Universidad Internacional de Andalucía en La Rábida.
"El valor más importante que existe en la actualidad es la confianza y puedo decir desde mi experiencia, que la abogacía española goza del respeto en este sentido de toda la abogacía del universo, concluyó Carnicer.