Universidad de Deusto dedica una sala al juez Lidón, asesinado por ETA, e inaugura la Plaza de la Memoria

Mujer e hijos de José Maria Lidón junto al aula que lleva su nombre
Europa Press
Actualizado: jueves, 27 marzo 2014 13:11

El rector lamenta que "todavía hay quienes condenan un tipo de actos violentos y se inhiben ante otros"

BILBAO, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Universidad de Deusto ha celebrado este jueves en Bilbao un doble acto de homenaje con la inauguración de la Sala Lidón, dedicada al profesor y juez José María Lidón, asesinado por ETA en 2001, y la inauguración de la Plaza de la Memoria, en recuerdo de "todas las víctimas de la violencia y la vulneración de los derechos humanos" a lo largo de los 128 años de historia del centro académico. El rector, José María Guibert, ha lamentado que "todavía en nuestro mundo, en el siglo XXI, hay quienes condenan un tipo de actos violentos y se inhiben ante otros".

La viuda de Lidón, Maria Luisa Galarraga, acompañada de sus hijos Iñigo y Jordi, junto al rector, ha descubierto la placa que da el nombre de su marido al nuevo espacio de la universidad, al lado del Salón de Grados y junto a la Facultad de Derecho.

Guibert ha señalado que se trata de un acto "sencillo", pero "profundo en cuanto a su significado" porque "trae a la memoria y al corazón una de las páginas más tristes de la historia de nuestra universidad".

Tras recordar y destacar los distintos gestos religiosos y civiles que se han celebrado desde el asesinato de Lidón, así como la respuesta académica y los trabajos especiales publicados para defender "los valores que él defendió y profundizar en los mismos", Guibert ha dicho que el asesinato de Lidón "escribió una página triste de la historia de Deusto, pero también una de las más bellas, en cuanto que sirvió para renovar el compromiso por la justicia de Lidón, la tarea bien hecha por parte de él y de otro, y la solidaridad entre muchos, a la vez que ayudó a recordar que cada cosa buena que hizo José Mari, y podemos hacer cada uno, no cae en vacío y es fuente de esperanza para todos".

"Su muerte contribuyó, igualmente, a revalidar en los profesionales del derecho, su deseo y compromiso de profundizar en mejorar el sistema de justicia al servicio de la humanidad", ha subrayado el rector, para asegurar que la familia de Lidón se puede sentir "profundamente orgullosa porque su deseo y compromiso profundo por mejorar el mundo a través del Derecho sigue vivo entre los profesionales del derecho".

En la inauguración de la sala dedicada a Lidón, ha intervenido su hijo Jordi, quien ha agradecido este homenaje "sincero y cálido, con un profundo significado emocional". Tras recordar que su padre conoció a su madre en la Universidad de Deusto, que era "su segunda casa", ha afirmado que "la huella que dejó fue muy profunda".

Según ha manifestado, este aula será "un homenaje eterno, un recuerdo imborrable". "Mi padre estará siempre en el corazón de esta universidad", ha añadido.

Este acto ha contado, entre otros muchos, con la presencia de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, el presidente del TSJPV, Juan Luis Ibarra, el Fiscal Superior del País Vasco, Juan Calparsoro, el secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, y representantes políticos, además de profesores y compañeros de Lidón.

PLAZA DE LA MEMORIA

Tras la inauguración de la Sala Lidón, se ha dado el nombre de Plaza de la Memoria a "un espacio de encuentro", se ha descubierto una escultura realizada expresamente para esta plaza, ubicada entre los edificios de La Literaria, La Comercial e Ingeniería. Con esta elección, ha dicho el rector Deusto quiere dejar patente su "implicación con todas las personas víctimas de la vulneración de los derechos humanos".

Según ha reconocido, "tocar el tema de la memoria y los derechos humanos es tocar un tema doloroso y para nada resuelto" porque "ha habido y hay mucho sufrimiento entorno al tema". Guibert ha indicado que, "en este clima de disenso y desgarro social, hemos optado por recordar toda la historia de la Universidad de Deusto, recordando a los que han sufrido y posibilitando un espacio de encuentro común".

"No queremos con ello justificar o compensar una violencia como consecuencia de otra. No queremos legitimar vulneraciones de derechos humanos resultado de vulneraciones de derechos humanos de otros, esto se hace todavía en nuestro mundo, en el siglo XXI", ha precisado, para censurar que "hay quienes condenan un tipo de actos violentos y se inhiben ante otros".

La inauguración ha incluido el descubrimiento de una escultura realizada expresamente para esta Plaza de la Memoria y una ofrenda floral de 128 rosas, con las que se ha querido simbolizar "las distintas vulneraciones de derechos en estos 128 años de vida de la Universidad de Deusto", incluyendo "los distintos colectivos que, según el informe elaborado por el Gobierno vasco han sufrido conculcaciones de derechos humanos en el último medio siglo".

En ese sentido, el rector se ha referido a ETA y grupos "análogos" que son "causantes de casi un millar de muertes y más de 2.000 heridos" y ha hablado, además, "de otros atentados, actos de kale borroka, personas obligadas a contratar guardaespaldas y personas extorsionadas económicamente". Igualmente ja citado a "los grupos parapoliciales y de extra derecha, los GAL y otros, que han provocado casi otros centenar de muertos y más de 400 heridos".

Por último, ha recordado a las Fuerzas de Seguridad del Estado, donde hay "casi otro centenar de personas muertas, muchos cientos de heridos y varias miles de denuncias públicas por tortura".

Además, Guibert ha recordado el "sufrimiento directo" de la Universidad "con el asesinato del profesor Lidón y el atentado del profesor José Ramón Recalde, o los profesores y estudiantes que han vivido largos años con amenazas y escoltas, sin olvidad familiares de otros miembros de la universidad que también ha sido asesinados, herdios o secuestrados por grupos terroristas de diversos colores políticos".

El rector ha destacado que la escultura que preside la nueva plaza se ha creado "con un conjunto de multitud de cristales pequeños a modo de mosaico, piezas que simbolizar la diversidad y la pluralidad".

Por último, Guibert ha reconocido que la celebración de este acto "no habrá gustado a algunos, entre ellos a los que sienten que han sufrido demasiado y que no han sido ayudados por los demás, por la misma Universidad o por otros agentes sociales o institucionales".

"Poner este símbolo hoy sirve para reconocer que se han producido tragedias e injusticias también entre nosotros, y nos llama y compromete a buscar formas de acompañar a los que sufren, no permitir que sufran más y buscar juntos formas de convivencia y reconciliación, mirando al futuro y reconociendo y asumiendo nuestra historia convulsa", ha concluido.