Zapatero ve "detestable" que la inmigración sea motivo de confrontación política

Actualizado: martes, 18 julio 2006 15:42


MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró esta mañana "detestable" el que la inmigración pueda ser motivo de confrontación política en España, según indicó en su intervención de apertura del I Encuentro Iberoamericano sobre Migración y Desarrollo.

En el encuentro también intervino el presidente de México, Vicente Fox, quien indicó que el fenómeno migratorio no se resuelve con el cierre de fronteras ni la construcción de muros como el que ha comenzado a erigir Estados Unidos en la frontera con su país.

Zapatero subrayó que la política de inmigración del Ejecutivo socialista es "integral" y quiere ser "equilibrada y ambiciosa" partiendo de dos principios. "El principio de la legalidad porque la ley siempre beneficia a quien la cumple y el principio de reconocimiento y protección máxima de los derechos de las personas", aseveró.

Además, indicó que se trata de una política basada en la concertación. "Trabajamos para evitar que la inmigración sea motivo de controversia, de confrontación social y aún menos de competición entre fuerzas políticas que tratándose de seres humanos siempre sería una competición detestable", hizo hincapié.

El jefe del Ejecutivo constató que se terminaron ya los tiempos en que los países de destino podían abrir o cerrar "a voluntad" sus fronteras y escoger sus políticas de integración. "Además de concertada y cooperativa, la política de inmigración debe ser rigurosa, realista y efectiva", añadió.

En ese punto, se refirió al proceso de regularización de inmigrantes que se encontraban en situación irregular. "España ha realizado un ambicioso proceso de normalización del que nos sentimos satisfechos. Una normalización con un objetivo: derogar la hipocresía y el fraude, y reconocer que los inmigrantes son, ante todo, personas, seres humanos", subrayó.

Zapatero dejó claro que ahora España es "punto de destino" para muchos de los descendientes de aquellos que un día acogieron a españoles en sus respectivos países. Prueba de ello, es que más de un millón de los 2,8 millones de inmigrantes que residen en España son iberoamericanos, de los cuales hay 400.000 ecuatorianos, más de 200.000 colombianos, cerca de 100.000 peruanos y de argentinos, así como más de 50.000 dominicanos junto a miles de hijos originarios de los países iberoamericanos.

Este proceso de normalización ha sido, en su opinión, "una iniciativa de gran alcance, pero coyuntural" ya que ha servido como punto de apoyo para establecer una base "firme" para este proyecto "global", cuyo punto de partida es la lucha contra la inmigración irregular.

"Una lucha que debe iniciarse en los países de origen porque la primera víctima de la ilegalidad es el propio inmigrante, que se ve condenado a la marginalidad, a esconderse, a no tener derechos, a perder parte de su condición humana, algo que es inadmisible", manifestó Zapatero.

"FÓRMULAS INNOVADORAS"

El presidente del Gobierno apoyó el explorar "fórmulas innovadoras" como los visados para búsqueda de empleo o "algunas formas de inmigración especialmente cualificada". Además, destacó que se haya dotado "significativamente" un Fondo específico de acogida o integración social de los inmigrantes, dirigido especialmente a la educación o a las atenciones sociales, y que se ha multiplicado por 23 veces, "llevándolo de 7,7 millones de euros a 182" en la actualidad.

Junto a la igualdad de derechos y oportunidades para los inmigrantes, Zapatero insistió en la necesidad del "respeto y tolerancia" de la diversidad y el apoyo "a la vinculación de los inmigrantes con sus familias, con sus comunidades, con sus culturas y con sus países de origen".

Asimismo, consideró "muy relevante" la función de las remesas ya que actualmente alcanzan casi 600 millones de dólares al año desde España a los países iberoamericanos. "Estamos empeñados en darles un tratamiento beneficioso para los emigrantes. Igualdad y diversidad son las dos caras de la convivencia que pretendemos. El marco y las fronteras que aseguran esa convivencia son las reglas y valores que conforman el Estado de Derecho", apuntó.

Por último, expresó su confianza en que en la próxima Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Montevideo (Uruguay), se pueda aprobar un plan de acción que permita abordar "objetivos compartidos y estrategias comunes".

"Ni podemos ni debemos olvidar que el fenómeno migratorio se origina en las desigualdades de las sociedades, en las insostenibles diferencias en cuanto a niveles de renta, de prestaciones sociales y de expectativas vitales, en muchos casos de mínimas expectativas vitales. Simplemente, sobrevivir", concluyó.

FOX: "EL FENÓMENO NO SE RESUELVE CERRANDO LAS FRONTERAS"

Vicente Fox, por su parte, indicó que el fenómeno migratorio no se resuelve con el cierre de fronteras ni la construcción de muros como el que ha comenzado a erigir Estados Unidos en la frontera con su país.

"La persona es y debe ser siempre la prioridad en nuestro pensamiento y nuestra acción. (...) No se trata de cerrar fronteras, menos se trata de construir muros en contra de las personas. No se trata de perseguir como si se tratara de delincuentes a quienes tienen dignidad. Son personas, tienen familias, se ven obligados a dejar su patria", señaló en su intervención.

"¿Cuántos Einstein, cuántas Madres Teresa de Calcuta, cuántos médicos, maestros, campesinos, deportistas, empresarios, intelectuales, nos estamos negando cuando levantamos muros de incomprensión?", se preguntó al respecto.

El mandatario mexicano subrayó que hay que entender la inmigración "más allá" de su dimensión económica. "Sólo así comprenderemos el enorme valor económico, cultural y social del movimiento de personas", hizo hincapié.

Fox estimó "imprescindible" adoptar una perspectiva global ante el fenómeno migratorio y que la inmigración deje de ser exclusivamente un factor de seguridad. En este sentido, apostó por "una canalización ordenada y una regularización inteligente" de los flujos migratorios.

A continuación, se refirió a su reunión en San Petersburgo con el presidente estadounidense, George W. Bush, en el que se abordó la situación de los inmigrantes ilegales mexicanos que viven en territorio de Estados Unidos. "Reiteró su convicción de que EEUU debe contemplar una reforma migratoria integral, por lo que seguirá trabajando de manera cercana con el Poder Legislativo para conseguir que esta reforma migratoria pueda ser una realidad antes de que finalice este año", señaló Fox.

El presidente mexicano recordó que ha estado trabajando todo su mandato --cinco años y medio, dijo-- en esta propuesta. "Mi Gobierno está muy comprometido con sus emigrantes, de los cuales estamos muy orgullosos. Todos los días luchamos por el pleno respeto de sus derechos laborales, humanos, de sus familias porque ellos hacen una enorme contribución al país que los acoge", enfatizó.