SEVILLA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla han detenido a 13 personas y han imputado a otra por su supuesta pertenencia a una red dedicada a robar en el interior de viviendas de la comarca de la Vega del Guadalquivir con sus inquilinos dentro, según han informado a Europa Press fuentes del Instituto Armado, quienes han detallado que a todos los implicados se les imputan, entre otros, siete robos con violencia e intimidación, tenencia ilícita de armas y detención ilegal.
En este sentido, las mismas fuentes han detallado que los detenidos actuaban de forma "muy violenta" y generalmente entraban a robar en viviendas ocupadas por personas de avanzada edad y con recursos económicos, a los que golpeaban hasta conseguir que les dieran el dinero que hubiera en el inmueble. En la operación, los agentes de la Benemérita se han incautado de armas.
De este modo, a principios del presente año se produjeron varios robos en viviendas apartadas, con sus moradores dentro, en la demarcación de San José de la Rinconada. Los hechos tenían varios aspectos coincidentes entre ellos, pues las víctimas son personas mayores, se encuentran en su domicilio y los implicados "usan la violencia de manera gratuita".
A una de las víctimas, después de amenazarle, le sustrajeron una bolsa con 400.000 euros, mientras que a otra, octogenaria, le golpearon y consiguieron arrebatarle 2.000 euros. De igual forma, a otro anciano le amenazaron con cortarle los dedos si no les entregaba el dinero. Ante la gravedad de los hechos y la alarma creada, la Guardia Civil inició la llamada operación 'Yeguero' y del operativo se hizo cargo el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de La Rinconada.
Durante la investigación ocurrieron dos delitos de similares características en donde las víctimas masculinas fueron golpeadas duramente. Uno de ellos tuvo como víctimas a un matrimonio octogenario en La Rinconada y otro a un matrimonio mayor, propietario de una joyería, que fue abortado por la rápida respuesta de la Guardia Civil y la Policía Local de La Rinconada, aunque los delincuentes consiguieron huir.
Debido a las "exhaustivas" inspecciones oculares y a las declaraciones de los testigos, se supo que la organización, aunque podía parecer anárquica por su actuación, estaba dirigida por dos cabecillas y estaba muy bien estructurada, con varias ramas, como son la rama de logística, responsable del control y vigilancia de las futuras víctimas, siempre buscando personas mayores de elevado poder adquisitivo y con pocas medidas de seguridad en su domicilio. Además, se encargaba de la vigilancia a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
DEFENSAS ELÉCTRICAS Y BRIDAS
Otro departamento era el de receptación, que se dedicaba a vender objetos y las joyas procedentes de los robos. La "rama dura" entraba en las viviendas con absoluto desprecio a sus moradores y se hacían pasar por policías en un primer momento para acceder a las viviendas. Fruto de la investigación, se conoció que estaban controlando una vivienda en Cantillana, por lo que se centraron las pesquisas en conocer a las futuras víctimas.
Una vez que existió la certeza de quiénes podían ser las posibles víctimas, se preparó un dispositivo especial para detener a los miembros de la organización. Después de tres días vigilando la casa, varios encapuchados intentaron entrar con pasamontañas en la vivienda. Los asaltantes llevaban bridas para inmovilizar a las víctimas, además de defensas eléctricas y guantes.
En ese momento, fueron detenidos parte de los miembros de la organización, mientras que otros, los que realizaban labores de vigilancia, pudieron huir en coche pero fueron detenidos días después. Finalmente, el Instituto Armado consiguió detener a 13 personas e imputar a otra por cinco delitos consumados de robo con violencia e intimidación y detención ilegal; dos delitos de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa; un delito de falsedad documental; dos delitos de tenencia ilícita de armas, y dos delitos de atentado contra agentes de la autoridad.
Además, los agentes intervinieron una pistola de calibre 6,35 municionada; 8.000 euros en metálicos; joyas por valor de 70.000 euros; material electrónico; tres vehículos, y material para forzar puertas.
