AMPL.- Las armas vendidas por la red desmantelada la pasada semana en varias provincias se utilizaron en crímenes

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 13 julio 2009 16:14

BARCELONA 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

La red de tráfico de armas desmantelada la pasada semana en Barcelona, Castellón y La Rioja, que vendía armamento inutilizado legalmente y que luego lo modificaba en un taller clandestino para hacerlo de nuevo operativo, vendió algunas armas que fueron utilizadas para cometer delitos de sangre en España y en el extranjero.

Según informó hoy el portavoz de la Guardia Civil de Barcelona, Francisco José García, se trata de "una de las mayores redes de tráfico de armas" del país, que pudo llegar a introducir unas 3.000 armas en el mercado negro, vendidas a delincuentes, entre las cuales hay subfusiles y pistolas.

En la operación 'Hierros', los agentes detuvieron a dos responsables de una armería de Viladecans (Barcelona), a las dos personas que regentaban el taller de Castellón --del clan gitano Gabarrí, según informaron a Europa Press fuentes cercanas al caso-- e imputaron al responsable de la armería de La Rioja, todos españoles.

Los dos detenidos en Castellón ya han ingresado en prisión, y a todos los implicados les imputan los delitos de tráfico de armas y asociación ilícita.

La organización, que llevaba operando desde 2006, compraba el armamento a través de la armería de La Rioja, que era quien importaba parte de las armas y se las revendía a la de Viladecans, mientras que ésta era quien se las facilitaba al taller para que las convirtiera en operativas y luego las introdujera en el mercado ilegal.

La investigación empezó el verano pasado al detectar que la armería de Viladecans estaba comprando armas "de forma masiva", muchas de ellas de última generación, y las inutilizaba, lo que levantó las sospechas de los agentes puesto que este tipo de armas van destinadas a particulares para que las exhiban en sus domicilios, y suele ser armamento más antiguo.

Según García, calculan que la armería las vendía al clan de Castellón un 50 por ciento más caras de su valor habitual, lo que les reportaba "importantes beneficios", ya que cada pistola podía alcanzar precios de entre 2.000 y 3.000 euros.

La Policía da cerrada la investigación, una vez desmantelado el taller ilegal, de donde se intervinieron un torno, un equipo de soldadura eléctrica, brocas, barras y tubos de acero de diferentes calibres para fabricar cañones, y una pistola detonadora, además de decomisar 78 armas inutilizadas en La Rioja.

No obstante, se continúa investigando qué crímenes o delitos se pudieron cometer con estas armas, en colaboración con varias policías extranjeras, entre ellas de Francia y Holanda.

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