(Ampl) Un informe de la Policía confirma "sabotajes" de algún trabajador de Metro de Madrid o una contrata

Actualizado: miércoles, 14 marzo 2007 14:23

Revela que apareció un falso "artefacto explosivo" en Tribunal, que requirió la intervención del Grupo de Desactivación de Explosivos

MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un informe de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, al que tuvo acceso Europa Press, confirma la existencia de una veintena de actos de "sabotaje" en diferentes trenes de Metro, realizados por "un trabajador que preste sus servicios en la empresa u otra contratada debidamente identificado", de acuerdo a "los conocimientos que debe poseer" el autor.

Este informe, de nueve páginas y firmado por el inspector jefe del Sector Móvil de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, Javier Cano Seijo, subraya que continúan las investigaciones sobre los hechos pero ya se han remitido a la Autoridad judicial las diligencias instruidas hasta el pasado día 19 de febrero.

Por otra parte, informa sobre la aparición el pasado día 20 de febrero de un posible "artefacto explosivo" en la estación de Metro de Tribunal, en la Línea 1.

La detección de este objeto requirió la intervención de la Brigada Provincial de Información y el Grupo de Desactivación de Explosivos y NRBQ de esta brigada, quien descubrió que estaba compuesto "por tres tubos de plástico, cada uno de ellos con unas dimensiones de 20 cm de largo y 2 cm de diámetro", sellados por ambos extremos con espuma y de los cuales salía un cable "simulando una mecha de aproximadamente 20 centímetros de largo", pero "el interior estaba vacío".

Por otra parte, el informe recoge las denuncias presentadas por Metro respecto a desperfectos detectados los días 12, 13, 15, 16, 18, 19 y 26 de febrero. Revela que todos los sabotajes se han llevado a cabo en trenes de la serie 2000, que cuentan con seis cabinas susceptibles de manipulación, pero dado que se cambia alternativamente la cabina principal, que es la que tira del tren, las averías pueden detectarse días después de haberse producido el destrozo.

El informe policial apunta que las "averías intencionadas" que se han detectado son de tres tipos: Las causadas sobre el radio-teléfono y en las puertas con la introducción de "pegamento", que no requieren ningún conocimiento, y unas terceras que necesitan de información técnica previa.

Se trata de "sabotajes llevados a cabo sobre el denominado "micro de hombre muerto", que se encuentra en el interior de un "pupitre", el cual no lleva ningún tipo de cerramiento que impida su apertura. Para llevar a cabo su corte requiere "conocerlo para distinguirlo del resto de cables, lo que hace presuponer que sea un trabajador debidamente acreditado y con conocimientos técnicos que presta su servicio en la empresa, o bien, otra persona a la que previamente se le haya instruido sobre las características del mismo".

Este micro es un dispositivo de la cabina de mando del tren que el conductor debe mantener apretado para el funcionamiento del convoy y que lo detiene cuando deja de ser accionado, por ejemplo, cuando el conductor del tren sufra un desmayo o un percance.

ACCESO CONTROLADO

El informe de la Policía indica que el acceso al interior de los recintos, tanto para trabajadores como para visitantes, "se realiza previo paso por un control que llevan a cabo vigilantes de una empresa de seguridad".

"Una vez dentro del recinto, los trabajadores que han sido identificados se mueven sin ningún tipo de restricción, con plena libertad. Es importante determinar que el número de empleados que prestan su cometido en el interior de los trenes es muy numeroso, pues no sólo realizan trabajos los que pertenecen a Metro, sino también otras empresas contratadas (conductores, mantenimiento, limpieza, etc...) se mueven con plena libertad por todas las instalaciones", apunta el informe, que cuenta con el membrete del Ministerio del Interior.

Asimismo, indica que el acceso al interior de los trenes es "sencillo", para facilitar los trabajos que se efectúan en su interior. "Las cerraduras que tienen las cabinas no presentan ninguna dificultad para su apertura, no son de seguridad y se abren con una simple llave cuadrada fácil de adquirir en el mercado", por lo que no puede existir un "riguroso control, toda vez que se perdería efectividad y eficacia en el servicio que presta Metro".