La banda que extorsionaba a narcotraficantes en Cataluña se hacía pasar por policías

Diez de los detenidos, marroquíes y españoles, ya están en la cárcel tras prestar declaración ante el Juzgado de Figueres (Girona)

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 28 junio 2006 16:47

BARCELONA, 28 (EUROPA PRESS)

Los detenidos en Banyeres del Penedès (Tarragona) la semana pasada se hacían pasar por policías para asaltar y extorsionar a narcotraficantes. Además, en sus acciones empleaban mucha violencia para obtener la droga o información sobre su paradero.

De los 17 detenidos, una mujer quedó en libertad, diez ingresaron en prisión y otros seis quedaron en libertad con cargos tras prestar declaración ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Figueres (Girona).

A los encausados, de origen marroquí y español, se les imputan los delitos de asociación ilícita, tenencia ilícita de armas, robos con violencia e intimidación, usurpación de funciones públicas y narcotráfico. Los extorsionadores actuaban principalmente en Catalunya pero también en otros puntos de España.

Según explicó el intendente de los Mossos d'Esquadra Joan Carles Molinero, la llamada operación 'Mistral' empezó el pasado mes de diciembre, después de que la Policía catalana interceptara en una cala de Roses (Girona) el desembarque de dos toneladas de hachís y detuviera a tres personas.

En aquel momento, los agentes detectaron que había otro grupo que pretendía extorsionar a estos narcotraficantes y el juez de Figueres inició la investigación de este caso.

La banda desmantelada ahora se dividía en dos grupos y estaba organizada jerárquicamente. Uno, conformado por nueve marroquíes, se encargaba de contactar con narcotraficantes magrebíes y recababa información sobre los lugares y horas de los desembarcos o los locales donde se almacenaba la droga. Además, estaba especializada en tráfico de hachís a gran escala y distribuía la droga robada a otros grupos de forma muy rápida.

Este eslabón de la banda estaba liderado por Abdelhamid T., de 26 años, vecino de Barcelona con varios antecedentes y que era quien contactaba directamente en el norte de Marruecos con los narcotraficantes.

ASALTOS EN LOS DESEMBARCOS EN PLAYAS.

El otro grupo de la banda, formado por siete españoles, se dedicaba a cometer, normalmente de noche, los asaltos violentos simulando ser agentes de Policía. Esta célula estaba dirigida por José María G.V., de 25 años, vecino de Badalona (Barcelona) y con un antecedente.

Estos individuos utilizaban placas policiales, credenciales y ropa falsa de la Guardia Urbana de Barcelona, los Mossos d'Esquadra, el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) o incluso el ejército español. Con armas de fuego largas y cortas, vehículos de gama alta con matrículas robadas, luces rotatorias y pasamontañas asaltaban a otros narcotraficantes durante el desembarco en playas catalanas o a los 'capos' de otros grupos en sus propios domicilios para forzarles a revelarles el paradero de la droga.

En otras ocasiones simulaban que iban a comprar la droga a otro grupo, con billetes simulados, y que en un momento determinado irrumpían unos supuestos agentes de Policía, que se acababan llevando la droga.

En sus diversas acciones utilizaban "altas dosis de violencia", aunque nunca, que sepan los Mossos, llegaron a disparar a pesar de "ostentar" las armas. Los delincuentes actuaban en toda España, aunque su ámbito principal era Catalunya. Los narcotraficantes tenían mucha movilidad pero no demasiada infraestructura para almacenar la droga, por lo que le daban salida muy rápidamente después de robarla.

A pesar de compartir objetivos, el grupo desmantelado ahora no está relacionado con la mafia marsellesa desarticulada a finales del pasado mes de marzo en Catalunya, que se dedicaba a secuestrar durante varias horas o días a narcotraficantes y pedía un rescate en forma de droga.

INTERVENCIÓN POLICIAL.

Finalmente, la Policía catalana decidió actuar el pasado miércoles tras conocer que el grupo pretendía actuar aquella misma tarde contra un narcotraficante en su domicilio de Banyeres con la intención de atarle y torturarle hasta que les dijese el paradero de la droga que buscaban.

Medio centenar de mossos, entre investigadores y agentes del Grupo Especial de Intervención (GEI), además del apoyo de un helicóptero, pudieron interceptar a ocho de los presuntos extorsionadores e impedir el asalto. Cuatro de los detenidos son españoles, entre ellos el jefe del grupo, y los otros cuatro son marroquíes, dos de ellos vecinos de la localidad.

Durante la intervención no hubo ningún disparo ni persecución por la carretera, como en un primer momento se había apuntado, aunque los detenidos sí opusieron resistencia. Además, la Policía catalana aseguró que en esta localidad no hay ninguna estructura montada por narcotraficantes.

La misma noche se realizaron varias entradas y registros en otros nueve domicilios, lo que permitió la detención de otras ocho personas. En Barcelona se realizaron dos registros y fueron detenidos tres marroquíes --entre ellos el otro líder-- y un español. En Badalona (Barcelona) hubo tres registros y tres detenciones, una de ellas de un joven español. Finalmente, en Sant Fost de Campsentelles (Barcelona) se detuvo a un joven español vecino de la localidad y con varios antecedentes.

También hubo dos registros en Santa Coloma de Gramenet, otro en Mollet del Vallès y un último en Sant Boi de Llobregat (Barcelona).

Entre los objetos aprehendidos destacan 9.000 euros en metálico, aunque algunos de los billetes eran fotocopiados, manillas, una defensa eléctrica, ocho armas cortas y tres largas, varias matrículas alemanas, siete vehículos de gama alta, poco más de un kilo de hachís y algunas papelinas de cocaína.

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