Condenado a 15 años de prisión por matar al novio de su expareja

Actualizado: jueves, 14 febrero 2013 18:28

CASTELLÓN, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

El magistrado-presidente del Tribunal del Jurado ha condenado a 15 de años de prisión al hombre que mató al novio de su expareja tras pegarle un tiro en la localidad castellonense de Vilafamés en junio de 2011, así como a pagar una indemnización a la compañera sentimental del fallecido de 100.000 euros y a los padres de éste de 10.000 euros a cada uno.

La sentencia ha sido dictada en conformidad con el veredicto del jurado popular, que, tras la celebración del juicio, determinó que el acusado es culpable de un delito de asesinato con la concurrencia de la circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal atenuante de confesión.

Así, la sentencia da como hechos probados que el acusado había mantenido una relación sentimental de pareja con una mujer durante ocho años que ésta decidió poner fin a principios 2011 e iniciar una nueva con la víctima, con el que convivía en el mismo domicilio. El procesado, sin embargo, no aceptó ni la ruptura sentimental, ni que su anterior pareja conviviera con otra persona.

Según el relato probado, el 17 de junio de 2011 el acusado salió del trabajo y conducía una furgoneta cuando vio al novio de su expareja sentado en una terraza de Vilafamés y, "con su capacidad cognitiva y volitiva dentro de la normalidad", decidió llevar a cabo la idea de acabar con la vida de éste.

Así, se dirigió a su domicilio y, tras coger una escopeta de caza cargada con tres cartuchos y otros nueve cartuchos, volvió a la plaza, donde estacionó y se mantuvo a la espera del momento más oportuno para atacar a la víctima.

Al observar que el novio de su expareja se marchaba del bar y entraba en su vehículo, según la sentencia, el procesado arrancó su furgoneta y se dirigió contra el otro coche, impactando contra él a la altura de la puerta del conductor. Acto seguido, efectuó un disparo con la escopeta a poca distancia del otro hombre, que estaba atrapado y sin posibilidad de defenderse ni huir.

Posteriormente, el acusado se dirigió al puesto de la Guardia Civil de Vilafamés con el objeto de confesarse como autor de la muerte y se entregó a las fuerzas públicas.