Condenado a 9 años de cárcel un hombre que mató a golpes a su padre cuando sometía a malos tratos a su madre

Actualizado: viernes, 20 octubre 2006 13:26

VITORIA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Alava ha condenado a JM.D.C., de 39 años de edad, acusado de un delito de homicidio por matar a golpes a su padre, de 74 años, que sometía a malos tratos a su madre, con la que llevaba casado 45 años.

Al procesado se le ha impuesto esta pena tras haber sido declarado culpable por un jurado popular y se ha tenido en cuenta las circunstancias agravantes de parentesco y abuso de superioridad, así como las atenuantes de confesión, y de arrebato u obcecación.

La sentencia considera probado que, sobre las 15.00 horas del 21 de julio de 2005 JM.D.C., llamó a la Comisaría de la Ertzaintza de Vitoria para alertar de que su padre estaba insultando y amenazando a su madre, M.C., en el domicilio familiar.

Una patrulla acudió al domicilio y citaron al matrimonio y a su hijo al día siguiente ante el Juzgado de Guardia, imputando al padre un presunto delito de violencia familiar.

Sobre las cinco de la tarde se inició una nueva discusión entre el matrimonio, durante la cual el cabeza de familia causó una contusión a su esposa. En ese momento intervino en la discusión el hijo, mientras que la agredida subió al dormitorio de la planta superior, dejando a los dos hombres discutiendo.

En un momento concreto, el acusado, con ánimo de acabar con la vida de su padre, comenzó a propinarle puñetazos y patadas por todo el cuerpo. La víctima cayó al suelo y el hijo continuó golpeándole, con ánimo de acabar con la vida de su padre.

La muerte del M.D. fue causada por un traumatismo craneofacial y toracoabdominal, provocando un fracaso multiorgánico, debido a los múltiples golpes que el acusado propinó a su padre, y que le provocó, entre otras muchas heridas, fractura de esternón a dos niveles, fractura de 10 costillas derechas y todas las costillas izquierdas, hígado desgarrado y numerosas erosiones en la cara y en el cuero cabelludo.

Después del homicidio, el procesado se cambió de ropa y se dirigió a cenar a un restaurante, tras haber telefoneado al sacerdote del pueblo para contarle lo ocurrido. Al terminar de cenar, se encontró con un agente de la Ertzaintza, al que conocía y que estaba fuera de servicio, a quien también contó lo ocurrido y le pidió que le acompañara al domicilio. Una vez allí, el acusado y el ertzaina encontraron el cadáver de M.D. en la cocina.

La resolución judicial precisa que, en el momento de la comisión de los hechos, el acusado se encontraba en un estado de nerviosismo y excitación, motivado por el maltrato de su padre sobre su madre, lo que no impedía que fuera consciente de lo que estaba haciendo, pero sí disminuía su capacidad de controlar sus impulsos. Las discursiones entre padre e hijo habían sido continuas por el maltrato que el cabeza de familia ejercía contra su madre.

La defensa del condenado tiene un plazo de diez días para interponer recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).