BARCELONA 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra siguen investigando el supuesto asesinato de una anciana que vivía sola en su piso del barrio de Les Corts de Barcelona y cuyo cadáver fue descubierto ayer al mediodía maniatado en el interior de la vivienda.
El cuerpo de la mujer, Encarna S.M., de 68 años y separada, apareció en su domicilio, el 7º 1ª del número 28 de la avenida Xile, con señales de violencia, aunque queda por determinar si la muerte se produjo por estrangulamiento o como consecuencia de golpes.
El cuerpo, que apareció maniatado en el suelo del comedor, no presentaba ningún orificio de bala ni heridas de arma blanca. Sin embargo, se está a la espera de la autopsia para confirmar la causa y momento exactos de la muerte.
La mujer, farmacéutica jubilada, hacía por lo menos tres días que no pasaba por su negocio, en la calle Prat de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), ni contestaba el teléfono, por lo que los familiares, preocupados, acabaron llamando a los Mossos d'Esquadra.
El portero de la finca, Francisco Ramírez, explicó a Europa Press que le extrañó que Encarna S.M. no recogiera el periódico que cada mañana deja junto a su puerta ni el lunes, ni el martes ni ayer.
Ramírez, que hace 15 años que vigila el edificio, aseguró que finalmente ayer apareció una pareja joven, relacionada con la familia, preguntando por el piso de Encarna S.M. y que pocos minutos después llegaron los Mossos d'Esquadra.
Según confirmó la Policía autonómica, los dos visitantes avisaron a la familia de que la mujer no contestaba y los familiares alertaron a los Mossos d'Esquadra.
El portero explicó que no había visto ningún movimiento raro en los últimos días y mostró su extrañeza porque la mujer que acudía a ayudar a Encarna S.M. no hubiera aparecido en todo ese tiempo, cuando habitualmente acudía cada día.
Tras la inspección del inmueble, no se encontraron indicios de que se hubiera forzado la entrada al piso, que se abría con un código de seguridad, por lo que se supone que el homicida podría ser un conocido o alguien que no levantó sospechas en la víctima.
Fuentes cercanas a la investigación explicaron que podría ser que faltaran algunos objetos del piso, que contaba con caja fuerte, por lo que no se descarta que el móvil fuera el robo, aunque de momento no se han confirmado los objetos sustraídos.
Según los vecinos, la mujer era muy tranquila y discreta, iba a menudo a su farmacia en Bellvitge y en ocasiones nadaba en la piscina comunitaria del edificio. Los propietarios de un bar cercano aseguraron que la mujer acudía de vez en cuando a almorzar, a menudo acompañada de la hija de una de sus asistentas.