Desarticulan desde Melilla dos organizaciones que estafaron por Internet a más de 200 personas de la UE

Actualizado: miércoles, 2 mayo 2007 18:39

Dos franceses y un español son detenidos en Málaga después de simular que tenían empresas en Melilla de compra-venta de vehículos

MELILLA, 2 May. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil de Melilla ha desarticulado dos organizaciones dedicadas a estafas por Internet que habrían engañado a más de 200 personas ciudadanos extranjeros de la Unión Europea, mayoritariamente franceses, según informó hoy a Europa Press un portavoz de la 2006 Comandancia.

Los autores creaban empresas fantasmas muy bien presentadas y con cobertura de legalidad en la red, algunas radicadas en Melilla, con el fin de estafar a personas con diversos procedimientos, añadió la citada fuente.

La operación fue llevada a cabo por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Melilla en el marco de la Operación 'Voiture', iniciada hace unos meses a raíz de una denuncia telefónica de una de las personas estafadas, bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción numero dos de la ciudad autónoma.

Esta actuación llevó a la desarticulación de dos redes de delincuencia organizada internacional que operaban principalmente desde Málaga, dedicadas a estafas continuadas vía telefónica e internet, "para lo cual creaban empresas fantasmas muy bien presentadas y con cobertura de autenticidad en la red, radicadas algunas de estas empresas fantasmas en Melilla, para estafar a personas, todas ellas ciudadanos de la comunidad económica europea, mediante distintos procedimientos".

MODUS OPERANDI.

Según explicó el portavoz policial, el modus operandi consistía en la localización por parte de los autores de páginas de Internet donde personas honestas anunciaban la venta de vehículos de su propiedad, y tras ponerse en contacto con ellos haciéndose pasar por representantes de empresas legales, que resultaban ser ficticias, les proponían la compra del vehículo.

Así, llegado a un acuerdo sobre el precio, solicitaban de los vendedores una garantía para confirmar el contrato y garantizar "que el vehículo estaría en el lugar designado por el vendedor" y les conminaban a ingresar en una cuenta bancaria el anticipo de cierta cantidad que oscilaba entre los 500 y los 3.000 euros, cosa que los vendedores hacían en la creencia de que semanas mas tarde "un camión de la empresa que operaba por toda Europa recogería el vehículo en el lugar pactado", siendo el momento de la recogida cuando le reintegrarían el dinero anticipado y el pago de la totalidad de lo acordado por la compra del vehículo.

De este modo, pasado el tiempo y al ver que "el camión no llegaba", los vendedores trataban de contactar de nuevo vía telefónica o correo electrónico con la empresa, pero la estafa estaba consumada y les era imposible. Por "un procedimiento hábil y complejo", constantemente cambiaban y redireccionaban los teléfonos y direcciones electrónicas, así como la ubicación física del local desde donde operaban, habiéndose contabilizado del orden de 35.000 llamadas telefónicas en un año "para captar a clientes".

Otro procedimiento era la venta de vehículos de lujo y alta cilindrada a precios muy asequibles, y el "gancho " consistía en hacer ver a los compradores que los precios eran tan competitivos porque "procedían de Melilla, una ciudad donde no se pagaban impuestos"; en este caso, pedían igualmente ciertas cantidades por adelantado para los gastos de desplazamiento de los vehículos y formalización de la documentación aduanera.

El portavoz del Instituto Armado apuntó que la cobertura de las empresas creadas de forma artificial era tan real, que hasta que no se consumaba la estafa el engaño funcionaba y para ello procuraban una presentación en la red perfecta, con su correspondiente logotipo, teléfono de contacto, número de fax, dirección electrónica, y facilitaban los modelos de contratos, documentación o cartas de pago del precio de los vehículos así como formularios con el anagrama de la entidad bancaria donde debían realizar el ingreso de "la garantía", con apariencia de total legalidad.

RESULTADO DE LAS OPERACIONES.

Fruto de la investigación durante meses, muy compleja ya que los autores utilizaban identidades falsas, la Guardia Civil ha podido constatar ingresos en movimientos bancarios de las empresas investigadas procedentes de más de 200 personas, y el montante total del dinero estafado superior a los 100.000 euros; cantidades que no se han podido recuperar ya que los autores delictivos una vez ingresado el dinero, lo sacaban "a diario", en diversos cajeros automáticos.

Los principales autores de las estafas, dos de nacionalidad francesa y otro español, fueron detenidos por el Instituto Armado. Asimismo, han cursado por las autoridades judiciales dos órdenes europeas de detención y entrega donde sean localizados, y sobre otras seis imputadas averiguación de domicilio y paradero.