MURCIA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil de Murcia ha detenido a una pareja residente en el término municipal de Cartagena a la que se le imputa un total de 36 hechos delictivos, como robos con fuerza, uso fraudulento de tarjetas de crédito y usurpación del estado civil, superando la cantidad de 6.000 euros el valor lo sustraído, en el marco de una operación policial desarrollada en distintas localidades del Mar Menor, según informó la Benemérita en un comunicado.
La operación policial comenzó a mediados del pasado mes de mayo, cuando agentes de la Guardia Civil detectaron un incremento en la comisión de robos con fuerza en vehículos estacionados en zonas próximas a playas de la comarca del Mar Menor.
En estos robos, los efectos sustraídos fueron principalmente dinero en efectivo, teléfonos móviles, cámaras fotográficas, documentación y tarjetas de crédito de las víctimas.
Así, las primeras indagaciones realizadas permitieron comprobar que, tras la comisión de los robos, las tarjetas de crédito sustraídas se utilizaban posteriormente para sustraer dinero en efectivo en cajeros automáticos y efectuar compras en establecimientos comerciales.
Gracias a la colaboración prestada por distintas entidades bancarias, y tras una labor técnica de los agentes investigadores, se logró identificar a una pareja, que responde a las iniciales de F.J.I.S. y M.D.G.G., de 31 y 30 años de edad, respectivamente, vecinos de El Llano del Beal (Cartagena), como los supuestos autores de los robos y el uso fraudulento de tarjetas de crédito sustraídas.
Una vez obtenidos todos los datos necesarios se llevó a cabo la detención de los integrantes de este grupo, efectuando seguidamente, y previa autorización judicial, la entrada y registro de un inmueble, en donde guardaban una gran cantidad de efectos procedentes de los robos y adquiridos mediante el uso fraudulento de tarjetas de crédito sustraídas.
Los efectos recuperados son teléfonos móviles, reproductores de música, cámaras fotográficas y prendas de vestir que, tras ser puestos a disposición judicial, fueron reconocidos y entregados a sus legítimos propietarios.
A falta de realizar el análisis de toda la información obtenida, se les imputa de la autoría en 36 delitos de robo con fuerza y uso fraudulento de tarjetas de crédito, superando la cantidad de 6.000 euros el valor lo sustraído.
