HUELVA 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han intervenido en una actuación conjunta 850 kilos de hachís en un vehículo interceptado en la A-49, en las proximidades de Huelva, cuyo conductor, al percatarse de la presencia policial, emprendió la huída, durante la que llegó a superar los 213 kilómetros por hora.
Según explicó la Subdelegación del Gobierno en un comunicado, un control policial desplegado en la autovía obligó al conductor a salirse de la vía y, tras huir a pie, fue finalmente localizado oculto entre unos matorrales, tras lo que se procedió a su detención.
En un dispositivo de vigilancia, los agentes de la Policía Nacional detectaron en las proximidades de Huelva un automóvil que, por sus características, levantó sus sospechas. Comenzaron entonces un seguimiento del vehículo y al aproximarse pudieron ver a través de las ventanas varios fardos de arpillera de color marrón, utilizados normalmente para el transporte de hachís.
El coche con el cargamento ilícito se dirigió hacia la autovía A-49 y, de forma repentina, comenzó a realizar cambios bruscos de velocidad y de carril sin motivo aparente, con la única intención de detectar si era seguido. Su conductor comenzó a circular de forma temeraria y el vehículo, con una potencia de más de 580 caballos, adelantó incluso por el arcén y en su huida fue 'cazado' por un radar a 213,8 kilómetros por hora.
Ante el riesgo que podía suponer para los otros usuarios de la vía y la imposibilidad de darle alcance, los agentes solicitaron la colaboración de la sala del 091 y de la Guardia Civil de Tráfico, con el fin de coordinar la actuación de otras unidades y establecer un control de carretera que permitiera la detención del vehículo.
CONTINUÓ LA HUIDA
Los agentes le dieron el alto a la altura del kilómetro 58 pero el conductor hizo caso omiso a sus indicaciones, arremetió contra ellos y continuó la huida. Finalmente, a la altura del kilómetro 35, un indicativo de la Guardia Civil de Hinojos logró establecer un control que obligó a los coches que circulaban por la autovía a reducir la velocidad.
Al percatarse, el conductor se salió de la calzada y emprendió la huída a pie, cruzando a la carrera los cuatro carriles de la autovía, pero los agentes le localizaron poco después oculto entre unos arbustos, momento en el que fue detenido.