LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El dueño de la casona de Jinámar, en la isla de Gran Canaria, donde se busca una bolsa que podría contener restos humanos ha explicado esta tarde que "el pozo estaba cerrado y alguien lo ha tenido que romper los candados".
Esta operación de búsqueda, que se desarrolla dentro del marco de la investigación de la desaparición de Sara Morales, de la que no se sabe nada desde el 30 de julio de 2006 en la capital grancanaria, pretende recuperar una bolsa que podría contener huesos y que fue captada por una cámara subacuática durante dichas pesquisas.
El hombre, que llegó al lugar acompañado de su esposa, explicó que el pozo estaba cerrado y "rompieron los candados". Aquí añadió que en el interior "había eucaliptos, plataneras y de todo..." "De eso no hay en la zona", aclaró.
Ante la pregunta de los periodistas acerca de lo que cree que puede haber en el interior del pozo, el dueño respondió que "los niños que se perdieron". El hombre apuntó que deducía esto ya que el pozo "debía estar cerrado y lo han roto; y está enterrado en escombros". Por último, aclaró que a los candados que sellaban el pozo les habían dado martillazos.
El dueño de la casona llegó al lugar acompañado por su esposa y tras hablar con varios agentes de policía, lo hizo con los medios de comunicación.