El gerente afirma que se trata de un hecho "intencionado" porque encontraron pastillas para encender barbacoas junto a las ruedas
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La empresa de ambulancias atacada la pasada noche en La Coruña, Ambusalud, a la que quemaron siete vehículos en la ciudad herculina y otro en Oleiros, estimó hoy en unos 60.000 euros el valor de los daños ocasionados en vísperas del inicio de las tres jornadas de huelga convocada en Galicia por el sector de conductores de estos vehículos.
En declaraciones a Europa Press, el gerente de la empresa afectada, Enrique Blanco, explicó hoy que sobre las 3.00 horas los ocho trabajadores que se encontraban de guardia en las instalaciones ubicadas en la calle Camino del Bosque, en el polígono coruñés de A Grela, escucharon una explosión y se encontraron con tres ambulancias ardiendo en el patio, además de las tres de la Rede de Transporte Sanitario Urxente (RTSU), concertadas con el 061.
El fuego, según comentó Enrique Blanco, dejó "inoperantes" dos ambulancias que, precisó, "casi no valen" porque son "siniestro total". Además, indicó que las tres RTSU estarán operativas a última hora de la tarde, aunque ya han sido sustituidas por otras, mientras que la sexta afectada en La Coruña será reparada.
En total, los vehículos afectados, según datos de la empresa, son las tres RTSU, una UVI de reserva, dos ambulancias de transporte programado que operan en La Coruña y otra ambulancia que cubre las urgencias en los municipios coruñeses de Oleiros y Cambre, que ardió a la misma hora que las otras seis.
Blanco manifestó que desconocen a los responsables de este acto pero subrayó "que ha sido intencionado" porque encontraron pastillas para encender barbacoas junto a las ruedas de algunos vehículos que, según puntualizó, "debieron emplear para quemar las ruedas y que prendiera el coche entero".
IDENTIFICACIÓN
No obstante, señaló que esta actuación "no representa el trabajo del sector de ambulancias" sino que se trata de "dos o tres personas aisladas". Blanco comentó que las cámaras de vigilancia de la empresa registraron los hechos y se encuentran a la espera de que la Policía Científica analice las imágenes para tratar de identificar a los responsables.
Por otra parte, el empresario rechazó las críticas vertidas por la CIG y aseguró que no es "represivo" con sus trabajadores. Al respecto, subrayó que tiene "buena relación" con ellos y que cumple "al 100%" con el convenio colectivo. Además, insistió en que mantiene un "buen trato" con los sindicatos, a excepción de la central nacionalista que, destacó, "tiene una guerra abierta" con la empresa.
