Una familia teme por su vida mientras robaban en su casa de Sant Cugat del Vallès (Barcelona)

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 17 mayo 2006 12:34

SANT CUGAT DEL VALLÈS (BARCELONA), 16 (EUROPA PRESS)

Una familia de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) sufrió el mes pasado un robo en su casa, en el barrio de La Floresta. Eran las 3.11 horas de la madrugada cuando los ladrones despertaron a la familia que estaba durmiendo en su casa unifamiliar. "Fueron a la habitación del niño y le pidieron el número de la caja fuerte", explica angustiada la madre, que no quiere revelar su identidad por miedo a posibles represalias.

"Entraron en mi habitación con mi hijo, rodearon mi cama y nos iluminaron la cara con linternas. Sus rostros estaban ocultos" explicó la propietaria de la casa a Europa Press. La primera reacción del propietario de la casa fue "echarse encima de ellos, pero lo empezaron a pegar", continuó la mujer.

"Mi hija, que estaba en la planta de abajo, empezó a llorar, pedí estar con ella y a mi marido lo bajaron". Los ladrones encerraron a la madre y a sus dos hijos de 6 y 11 años en la habitación de la niña, mientras que al marido lo llevaron para abajo y le obligaron abrir la caja fuerte.

Le pidieron más dinero y le amenazaron. "Le apuntaron la rodilla con un revólver", contó la esposa. Fue entonces cuando su marido pensó: "Adiós rodillas, me van a disparar".

Al no encontrar más dinero, los delincuentes decidieron encerrar a toda la familia en el lavabo, aunque antes desmontaron con destornilladores las manecillas de la puerta y la ventana. Introdujeron a los cuatro y ataron la manecilla exterior con una cuerda. "Al cabo de 3 ó 4 minutos la locura era demasiado y grité ¡tengo sed! No me contestó nadie, rompimos el cristal de la puerta y salimos como pudimos".

LA HIJA TRANQUILIZA A LA MADRE.

La mujer confesó que "temí por la vida de mis hijos, yo sólo pensaba en mis hijos". Aunque los dos niños "controlaron bastante bien la situación". Por ejemplo, hubo un momento en que la niña le dijo a su madre que se tranquilizara. "Sólo quieren dinero; cállate", recordó la madre.

Los ladrones se habían llevado joyas, dinero y un pequeño joyero, pero no cortaron la linea telefónica, así que la familia pudo llamar inmediatamente a la Policía.

La mujer recordó que la noche anterior "un perro no paraba de ladrar y sobre las 2.30 horas, como continuaba, llamé a la Policía. Yo estoy convencida que ellos ese día ya estaban aquí".

Ya han pasado más de dos semanas y la familia aún siente miedo. "Durante el día estamos bien, pero por la noche sentimos miedo a partir de las 19 horas. Los niños no quieren dormir ni subir solos" y añadió que "no he vuelto a dormir en mi habitación, me cuesta aún canalizarlo".

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