El hotel la vio un día después de que se diera por desaparecida

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:06

MURCIA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Dos empleados del hotel donde se hospedó la pareja de holandeses Ingrid Visser y Ludewijk Severin y la limpiadora del establecimiento han asegurado este viernes que vieron a la pareja el martes, 14 de mayo, un día después de que supuestamente se la diera por desaparecida.

   El relato de los hechos conocido hasta ahora era que esta pareja desembarcó el lunes, 13 de mayo, en el aeropuerto de El Altet (Alicante) con la intención de pasar tres días en Murcia. Tras alquilar un Fiat Panda de color negro con matrícula 9254 GTC, con el que se desplazó hasta Murcia, se hospedaron en el hotel y ese mismo lunes, según lo expuesto, fue el último en el que se les vio con vida.

   Tras registrarse en la recepción del hotel, volvieron a coger el coche por la tarde y desaparecieron. Un día después, ese martes 14 de mayo, ambos tenían una cita médica en una clínica de la capital murciana a la que nunca acudieron.

   Sin embargo, la investigación ha dado un giro al declarar los empleados este viernes ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 5 de Molina de Segura que fue el martes cuando se les vio por última vez en el hotel.

   Los empleados se han mostrado seguro de ello, ya que la limpiadora ha declarado que el lunes no pudo ser porque libraba ese día, y recordaba perfectamente a esta pareja debido a su estatura, con 1,90 metros de altura.

   La fase de instrucción del proceso judicial que investiga el doble asesinato ha continuado con las declaraciones de más testigos, entre ellos también la dueña de la casa rural que alquiló María Rosa y en la que fue asesinada la pareja, así como la aportación de diversas pruebas periciales.

   La dueña de la casa, que se ha ratificado en su declaración, ha recordado que el martes, día 14, al acudir a la vivienda para ver si Juan Cuenca, el ex gerente del Club Voleibol Murcia en el que jugó la asesinada, quería sábanas y cubiertos, vio salir en un coche blanco a Juan Cuenca y otra persona más, desconocida, que ha descrito de "complexión normal, 40 años, pelo moreno y piel blanca".

   A tenor de estas dos pruebas, tanto la de los empleados del hotel como de la dueña de la casa, el abogado Melecio Castaño, que representa la defensa Ion Valentín y Constantin Stan, los ciudadanos rumanos considerados autores materiales del doble crimen, ha explicado a Europa Press que en próximos días se conocerá si la juez dicta un auto pidiendo nuevas diligencias.

   Otro testigo, un policía conocido de Maria Rosa --que fue quien condujo hasta la casa rural a las víctimas y a los presuntos autores--, ha expuesto a la juez que cuando esta mujer conoció la noticia de la desaparición de la pareja holandesa a través de los medios de comunicación, le confesó que "había sido engañada" por Juan Cuenca y "estaba muy asustada", pidiéndole información sobre lo que se hacía con los testigos protegidos.

   Por su parte, el chofer de Juan Cuenca ha dejado claro que no tuvo nada que ver con estos hechos y que nunca pensó que Cuenca llegara a hacer algo así. Mientras que el abogado que intermedió entre Severein y Cuenca para crear la empresa tapadera ha manifestado que le dieron 2.000 euros por crearla y que Serafín de Alba le comentó que "lo vería en los periódicos porque enterraron a los holandeses en mi huerto".

   Serafín de Alba, uno de los cinco imputados en la causa, fue puesto en libertad bajo fianza de 18.000 euros. Es el propietario de la finca en la que fueron enterrados los cadáveres, presunto encubridor del crimen y de nacionalidad española.

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