BILBAO, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un vecino de San Sebastián, de 25 años, ha ingresado en prisión acusado de ser el autor material del asesinato de un vecino de Lasarte-Oria (Guipúzcoa) de 60 años, que tuvo lugar el pasado 18 de agosto en la localidad guipuzcoana. Un exiguo botín de 40 euros fue el único fruto del robo para el arrestado que, además, provocó un incendio en la vivienda de la víctima para tratar de ocultar el crimen.
Según informó hoy el Departamento vasco de Interior, "una ardua" labor de investigación desarrollada por agentes de la comisaría de la Ertzaintza de Hernani, apoyados por especialistas de varias unidades de Policía de lo Criminal, ha permitido esclarecer el asesinato de un vecino de Lasarte-Oria ocurrido a mediados del pasado mes de agosto.
La estrecha coordinación de los investigadores de las diferentes unidades de la Ertzaintza con los representantes del estamento judicial y forense ha sido la clave que ha contribuido a que el caso haya avanzado con rapidez hasta su total esclarecimiento.
Poco después de las once de la noche del 18 de agosto, el centro de coordinación SOS-Deiak tuvo conocimiento de la existencia de un incendio en un inmueble de la plaza Urdaburu, en Lasarte.
Inmediatamente después, se dirigió al lugar una dotación de bomberos que, en unos minutos, consiguieron extinguir las llamas y descubrieron que en el interior de la vivienda había un cadáver de un hombre de 60 años de edad, residente en la vivienda y que presentaba evidentes signos de muerte violenta.
El cadáver tenía, al menos, nueve heridas de arma blanca, así como una prenda sobre su rostro, probablemente, utilizada para evitar que gritara durante la agresión. El cuerpo presentaba varias marcas más de diversa procedencia. En el domicilio, los ertzainas localizaron también un cuchillo con restos de sangre, presumiblemente, el arma utilizada para perpetrar el asesinato.
A partir de ese momento, se inició una investigación por parte de los especialistas de la Ertzaintza que, a lo largo de las siguientes semanas, permitía obtener y analizar diferentes evidencias, tanto en el lugar del crimen como en el entorno de la víctima.
Rastros de ADN y dactiloscópicos, junto con evidencias obtenidas por el personal forense, así como un análisis minucioso de las actividades de la víctima durante las jornadas anteriores a su muerte, incluidos los tránsitos de las llamadas telefónicas, permitieron realizar una labor progresiva de descarte de diversos sospechosos hasta centrarse en un único individuo como presunto autor del asesinato.
Se trataba de un joven de 25 años de edad, domiciliado en San Sebastián y conocido de la víctima al que, según se pudo constatar, ésta había invitado a su domicilio el mismo día del homicidio. La carencia de antecedentes criminales por parte de este individuo había dificultado su calificación como sospechoso principal del asesinato hasta el descarte definitivo del resto de los sospechosos investigados.
UN BOTÍN DE 40 EUROS
Según se pudo determinar, en el transcurso de la investigación, el móvil que le habría inducido a cometer el asesinato fue el robo. Tras dar muerte a la víctima, asestándola varios cortes con un cuchillo mientras le tapaba el rostro con una prenda para evitar que gritara, el asesino procedió a sustraerle la cartera y el teléfono móvil, de los que se deshizo el mismo día del crimen después de apoderarse de los escasos 40 euros que había en la cartera y comprobar que en la misma no había tarjetas de crédito ni objetos de valor.
Después, para tratar de ocultar el crimen, roció la habitación con una botella de alcohol y prendió fuego a la vivienda, con la clara intención de provocar un incendio que hiciera desaparecer las evidencias del delito y las pruebas que le relacionaban con el mismo.
Una vez cerrado el círculo de la investigación sobre esta persona, el sospechoso fue localizado y detenido por agentes de la Ertzaintza en San Sebastián el pasado sábado. El martes, tras completar las correspondientes diligencias, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de San Sebastián, cuya titular decretaba su ingreso en prisión.