MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una niña rumana de 13 años fue liberada por la policía tras permanecer al menos doce horas retenida en una chabola por un matrimonio de compatriotas que pretendían casarla con un hijo suyo de 15 años. Durante su cautiverio, la menor fue golpeada en la cara y la espalda, informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
La pareja, compuesta por Marcel D., de 36 años, y Argentina D., fue detenida acusada de detención ilegal y deberá responder también de las lesiones de carácter leve que causaron a la niña.
Los hechos se produjeron el sábado pasado, cuando, sobre las 16.00 horas, un ciudadano rumano, residente en Valencia, recibió una llamada de su hija, que se encontraba en Madrid pasando unos días en una casa de una tía suya, concretamente en el poblado chabolista de la Cañada Real Galiana, cercano a la carretera de Valencia.
La menor aseguró haber sido encerrada en casa de unos vecinos de su tía que no la dejaban salir, por lo que el padre, asustado, viajó inmediatamente desde la ciudad levantina hasta la capital.
COCHES CAMUFLADOS
Cuando el padre de la niña llegó a Madrid, hacia las 23.00 horas, comprobó la veracidad de la situación, llamó a la policía y formuló denuncia en la Comisaría de Villa de Vallecas, lo que activó un amplio dispositivo para liberar a la niña.
Así, en un principio se dirigió al lugar un coche patrulla de la Policía Municipal, si bien, ante la gravedad de la situación, el hecho fue puesto en conocimiento del Jefe de Sala 091, que coordinó un dispositivo con vehículos uniformados y camuflados para rescatar a la pequeña.
Al parecer, la niña había salido a jugar con una amiga compatriota y, después, acudieron juntas a casa de la segunda. Sin embargo, cuando, pasado un rato, quiso salir, los padres de su amiga no le dejaron porque querían casarla con un hijo.
UN PRIMO DE LOS RAPTORES LA AYUDÓ
Así, la menor pasó horas retenida. A mediodía acudió a la casa un primo del acusado que se enteró de lo que ocurría y, contrariado, discutió con Marcel, pese a lo cual éste se reafirmó en su plan.
Fue entonces cuando el primo aprovechó un descuido para dar su propio móvil a la niña, de manera que ésta pudiera llamar a su padre y comunicarle la situación, como finalmente hizo. Marcel D. y su mujer se percataron de la llamada y echaron de la casa a su primo, mientras que la niña se puso nerviosa y recibió golpes en la cara y cuerpo y, después, se quedó dormida.
La liberación de la niña no se logró hasta las 4.00 de la madrugada del domingo, tras cuatro horas de gestiones y conversaciones. Marcel D. fue detenido y no quiso declarar ante la policía, mientras que su mujer, con menores a su cargo, no fue trasladada a comisaría, pero deberá comparecer cuando se la requiera.
