LLEIDA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los setenta vecinos desalojados ayer domingo de un inmueble de la calle Alcalde Porqueras de Lleida, a causa de unas grietas y el desplazamiento de una pared, volverán este medio día a sus viviendas, según las previsiones municipales.
Los técnicos acabaron ayer de apuntalar el edificio y, por eso, se tomó la decisión de no permitir la vuelta a casa de los inquilinos. El Consistorio distribuyó a todos los afectados por diferentes hoteles de la ciudad y los ha citado para este mediodía para explicarles el estado de la situación.
Finalmente, los técnicos determinaron que no hay riesgo de que el edificio se hunda y, por eso, todos los inquilinos han podido entrar a sus casa a recoger lo necesario para pasar la noche fuera, eso sí, iban acompañados de un bombero o un técnico.
Si la situación no cambia, hoy podrán volver la gran mayoría, unos 50. El resto, unos veinte correspondientes a las puertas primera y segunda de los pisos del primero al tercero, no lo podrán hacer porque los servicios técnicos han de reconstruir toda la pared. De esta forma, lo harían en dos o tres días.
Esta pared se ha visto afectada por lo que técnicamente se llama un "asentamiento" de materiales. El edificio siniestrado, el número 44 de la avenida Alcalde Porqueras, tiene unos 40 años de antigüedad y, según explicó ayer el alcalde de Lleida, Àngel Ros, "podría ser que el material en su momento no fuera del todo rígido y con el paso de los años se ha acabado estropeando".
Los servicios técnicos apuntalarán del primer piso a la entrada, unos trabajos que les ocuparán hasta hoy al mediodía. Además, se harán diferentes pruebas para determinar que el daño no se ha extendido a otras paredes del inmueble.
Los trabajos están costando más porque el sistema utilizado para apuntalar la pared permitirá después, sin volver a cambiarlo, iniciar la reconstrucción de la pared dañada. Los trabajos han permitido a los técnicos descartar que haya peligro de hundimiento.
FISURAS Y DESPLAZAMIENTO
Los Bomberos recibieron el primer aviso a las 6 horas de la mañana por una vecina del 3º1ª del número 44 de la calle Alcalde Porqueres de Lleida, quien alertó de la aparición de unas fisuras en la pared de su vivienda. Los Bomberos se personaron al lugar y comprobaron que no eran peligrosas.
Un segundo aviso tuvo lugar a las 8.40 horas por la misma vecina. A la vivienda se personaron cuatro dotaciones de los Bomberos de la Generalitat y observaron que las fisuras presentaban entre 2 y 3 centímetros y que se había desplazado una pared.
