La mujer que recibió un tiro en la cabeza en un bar de Barcelona no sobrevivirá a las heridas

Actualizado: miércoles, 9 mayo 2007 16:23

BARCELONA, 9 May. (EUROPA PRESS) -

La mujer de 35 años que resultó herida de gravedad esta mañana al recibir el impacto de un tiro en la cabeza cuando se disponía a abrir su negocio en Barcelona se encuentra en estado "muy crítico" y tiene lesiones cerebrales "que no son susceptibles de ser reparadas", según informaron fuentes del Hospital Clínic.

Las mismas fuentes indicaron que la mujer, de origen brasileño, se encuentra en la UCI desde su ingreso esta mañana con un tiro en la cabeza. Tras una primera evaluación, los médicos han determinado que no la intervendrán porque las lesiones cerebrales provocadas por el impacto no pueden ser reparadas.

El suceso se produjo poco después de las 10 de la mañana. Una empleada del bar esotérico Brasil, situado en el número 159 de la calle Sepúlveda, encontró el cuerpo de la mujer, de origen brasileño, cuando regresó de comprar el pan. La víctima se encontraba tendida en el suelo detrás de la barra en medio de un charco de sangre.

Según explicaron los vecinos, la empleada salió corriendo del local gritando y pidiendo ayuda, tras lo que avisaron al marido de la víctima, que acudió en un estado de gran agitación, y llamaron a una ambulancia que la trasladó al Hospital Clínic.

Una de las personas que entró primero en el local, Pepita Villagrassa, propietaria de la tintorería que está situada justo al lado del bar, explicó que tras escuchar gritar a la empleada entró junto con otras personas en el bar y vio a la mujer, que parecía desmayada.

Los propietarios de la frutería situada en la esquina de Sepúlveda con Casanova aseguraron a Europa Press que minutos después de las 10 horas la mujer, de nombre Maria José, había entrado a comprar la fruta como cada día, lo que sugiere que el suceso se produjo en un lapso de tiempo muy breve.

La víctima regenta junto a su marido, de origen español, el Bar Esotérico Brasil desde hacía aproximadamente un año y medio. El matimonio tiene un niño de unos tres años. El local, además de funcionar como cafetería, tiene un apartado de venta de ropa y objetos esotéricos y se leían las cartas y el tarot.