GIJÓN 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
Agentes del grupo de Delitos Económicos e Informáticos de la Policía Nacional de Gijón se han hecho cargo de las investigaciones de dos timos, uno de la estampita y otro del 'tocomocho', del que han sido víctimas dos vecinas de Gijón de 74 y de 82 años respectivamente para comprobar si se tratan de los mismos autores y proceder a su plena identificación y localización.
El timo de la estampita sucedió en el mes de mayo cuando la víctima de 74 años de edad fue abordada por un individuo que le contó que había encontrado mucho dinero debajo de un asiento del autobús Alsa y que parte del mismo se lo había quitado una señora, por eso ahora no ya confiaba en nadie y aunque no quería ese dinero, para dárselo a ella, tenía que demostrar su buena voluntad.
Enseguida llegó otro individuo que continuó con la escenificación y que convenció a la señora para repartirse todos los billetes. Acordaron aportar cada uno unos 6.000 euuros en señal de solvencia y garantía y repartirse el botín a partes iguales, según informó la Policía a través de una nota de prensa.
Una vez sacado el dinero del banco, la vecina de Gijón "sólo" pudo aportar 3.000 euros, que fueron aceptados por los timadores y que "incluso le permitieron quedarse todo el montante" en una bolsa mientras el gancho acompañaba al supuesto tanto a su domicilio. Tras hora y media de espera, se percató de que en la bolsa sólo había recortes de periódico, por lo que denunció los hechos a la Policía.
El timo del 'tocomocho' sucedió el día 8 de julio, cuando una vecina de Gijón fue abordada en la vía pública por un individuo que le explicó que un amigo tenía doce números de lotería premiados con un premio a cobrar de 30 millones de euros, y que no sabía qué hacer con ellos, por lo que para repartirlos con ella necesitaban una pequeña cantidad de dinero en prueba de confianza. Le solicitaron ambos varones que les mostrara su cartilla bancaria y a base de argucias y artimañas lograron que la mujer de 82 años sacara 5.300 de dos sucursales bancarias diferentes.
Después de entregarles el dinero le pidieron que les fuera a buscar unos bocadillos a un bar cercano mientras ellos efectuaban el reparto del dinero. Al regresar con el encargo no había nadie y tras esperar un buen rato no consiguió ponerse en contacto con ellos, que habían desaparecido del lugar. Un transeúnte la asistió en la calle y dio aviso de estos hechos a la Policía, porque la víctima se encontraba en un estado de desconcierto y desasosiego y no acababa de entender lo que había sucedido.
Los agentes investigan si ambos timos pudieran haber sido llevados a cabo por los mismos autores, dos varones, uno más joven de pelo rizado y otro de mediana edad, rodando los 50 años y de pelo oscuro, al coincidir la descripción de ambas víctimas.