CÓRDOBA 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, informó de que agentes de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía están investigando las causas que originaron el derrumbe de una casa en el número cuatro de la calle Palomares, en Córdoba, y que ocasionó el fallecimiento de un matrimonio y el ingreso en la UCI de un hijo suyo de 13 años.
En declaraciones a los periodistas el subdelegado lamentó el fatídico accidente que tuvo lugar hoy sobre las 8.30 horas cuando comenzaron a trabajar las máquinas en la obra del solar colindante a la vivienda derruida, donde se están construyendo viviendas y garajes, contando con licencia municipal para ello y sin que con anterioridad a lo ocurrido hoy se hubiera interpuesto denuncia alguna por la posible aparición de grietas previas.
El suceso ha afectado a una antigua casa de vecinos, con un patio central en torno al que se disponían viviendas como la derruida. De hecho, una de estas viviendas, habitada por una mujer que pudo salir y resultó ilesa, permanece desalojada hasta que se pueda garantizar la estabilidad de la parte del inmueble que sigue en pie, de la misma forma que ha sido paralizada la obra contigua, en la que, al parecer, comenzaron los trabajos de cimentación hace unos 20 días.
En cuanto al estado del niño, se encuentra ingresado con pronóstico grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Materno-Infantil, en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
Según informaron a Europa Press fuentes del complejo hospitalario cordobés, el menor presenta traumatismos craneoencefálico severo, torácico y abdominal, a lo que se suma, dada la gravedad de su estado, el que permanece entubado, sedado y conectado a ventilación asistida.
El niño logró salvar la vida, según explicaron a Europa Press fuentes de la Policía Local de Córdoba, gracias a dos factores; el primero que un colchón le sirvió de cámara de aire y amortiguó además el daño que le causaron los cascotes que le cayeron encima al venirse abajo su casa, situada en el número cuatro de la calle Palomares, a espaldas de una obra situada en el número 15 de la calle Muro de la Misericordia.
El otro elemento que permitió rescatar con vida al niño, aunque en un primer momento los servicios sanitarios desplazados al lugar tuvieron que practicarle maniobras de reanimación, fue su rápida localización entre los escombros del inmueble derribado, gracias al empleo por el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) del Ayuntamiento de Córdoba de perros adiestrados para el rescate de víctimas de terremotos.
No tuvieron la misma fortuna que el adolescente sus padres, que fallecieron en el derrumbe, dándose la circunstancia de que el hombre trabajaba en la empresa municipal Autobuses de Córdoba, S.A. (Aucorsa). Asimismo, una hermana del menor, de 20 años, había salido de la vivienda poco antes de su derrumbe y resultó ilesa.