MÁLAGA, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado una banda de narcotraficantes dedicada, presuntamente, a la introducción, ocultación, almacenamiento, distribución y venta de hachís. En la operación los agentes se incautaron de media tonelada de droga y detuvieron a nueve individuos, cinco lituanos y cuatro españoles, con edades comprendidas entre los 22 y los 37 años.
La organización estaba compuesta por una rama española, asentada en la provincia de Cádiz y responsable del suministro de la droga, y otra lituana, encargada de recepcionar y distribuir a nivel internacional el hachís y que se localizaba en la Costa del Sol.
En el transcurso de la operación, denominada 'Camelia', fueron localizados y desarticulados dos puntos de almacenaje de la droga, uno inicial y otro intermedio, en las provincias de Cádiz y Málaga.
Esta operación se desarrolló en dos fases, según informaron desde la Comisaría Provincial de Málaga en un comunicado. La primera de ellas tuvo lugar a principios de septiembre en las localidades malagueñas de Benalmádena, Mijas y Estepona.
En esta ocasión fueron interceptados y detenidos en Mijas tres de los principales responsables de la organización de la rama lituana, encargados de la distribución y venta de la droga en distintos países de Europa.
Seguidamente, fueron arrestados dos individuos más de la misma nacionalidad, siendo detenidos el total de los integrantes
de la rama lituana. En esta fase se efectuaron cinco registros domiciliarios, donde se intervino, además de polen de hachís, tres armas de fuego y su munición.
La segunda fase del operativo se llevó a cabo a mediados de este mes de octubre en las localidades gaditanas de Sanlúcar de Barrameda y Chipiona, con la práctica de cuatro registros en tres viviendas y una finca rural próxima a la desembocadura del río Guadalquivir. Esta última era empleada por los detenidos como almacén del hachís alijado proveniente de algún lugar de la costa marroquí; en ella fueron detenidos los cuatro individuos que formaban la rama española y que eran los encargados de suministrar el hachís a la lituana.
En total, se realizaron nueve detenciones y se intervinieron 500
kilogramos de polen de hachís. Además, los agentes se incautaron, entre otros efectos, de tres armas de fuego, dos silenciadores, munición, nueve vehículos --cinco de ellos de alta gama--, equipos de transmisión portátiles, envasadoras, ordenadores portátiles y 60.000 euros en efectivo.
