MADRID 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los Grupos parlamentarios PP, PSOE e IU condenaron hoy los actos de violencia racista que se han dado a conocer estos últimos días y pidieron que la Ley actúe sobre estas personas, a pesar de que consideraron que esto no es algo generalizado en la región y que Madrid "no es una comunidad racista".
Así, el portavoz del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, aseguró tras la reunión de la Junta de Portavoces, que la lucha contra estos delitos "está sujeta al Código Penal", y señaló que Madrid "está siendo un éxito de integración al margen de problemas puntuales que siempre pasan".
"Al que incumple la Ley debe caer encima el peso de la Ley", apuntó Beteta, que señaló que "hay que mirar a las conductas" y no a la raza o al país de origen, y que la conducta de la mayoría de "los madrileños de siempre es excelente al igual que la de la los inmigrantes que vienen de fuera".
"SON HECHOS AISLADOS"
Por su parte, la portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, aseguró tras la reunión de la Junta de Portavoces que "la sociedad madrileña no es una sociedad racista", pero que ante los brotes de los últimos días "hay que ser muy cuidadosos porque para combatir el racismo hay que ser cautos y no extender algo que no está extendido".
Tras destacar que los de estos días "son hechos aislados", la portavoz socialista calificó de "muy preocupante" este tema y aseguró que "hay que combatirlo con toda la contundencia del peso de la Ley y con todo el rechazo del conjunto de la sociedad".
Mientras, el portavoz adjunto de IU en el Parlamento regional Miguel Reneses declaró que "hay que condenar" estos actos y "exigir al Estado de Derecho que sea severo y que aplique las leyes con máxima justicia y firmeza".
Asimismo, Reneses apuntó que la mayoría de los ciudadanos que habitan en la región "no son racistas" y que en la comunidad "se convive bien con gente de otras culturas". En este sentido, Reneses señaló que "así se creó Madrid hace muchos años con gente que venía de otros sitios del país y ahora de otros sitios del mundo" y consideró que los madrileños "apuestan por la tolerancia".