CÁDIZ, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un tiroteo que se produjo la pasada madrugada, en torno a las 3.30 horas, en la carretera A-381, la Jerez-Los Barrios, a la altura del término municipal de Alcalá de los Gazules (Cádiz), entre agentes de la Guardia Civil y cuatro presuntos delincuentes cuya pista se estaba siguiendo se ha saldado con un fallecido por disparo y un guardia civil herido grave, tras sufrir un atropello.
A primeras horas de hoy se informó de este suceso como si estuviera enmarcado en un accidente de tráfico, pero posteriormente la Guardia Civil explicó que tuvo que ver con el dispositivo que se instaló --en el marco de una operación conjunta con la Policía Nacional-- en el kilómetro 476 de la A-381 Jerez-Los Barrios para tratar de localizar y detener a los autores de varios delitos con armas de fuego en la provincia.
Fuentes de la Guardia Civil de Cádiz --que apuntaron que el caso está ahora bajo secreto de sumario y que la investigación sigue abierta-- explicaron a Europa Press que el control la A-381 se instaló después de que se tuviera conocimiento de que los cuatro presuntos delincuentes acababan de cometer un delito en una zona del Campo de Gibraltar, con lo que se procedió a la instalación de controles tanto de Guardia Civil como de Policía Nacional en todas las carreteras de salida.
Los presuntos delincuentes optaron por la salida de la A-381 y cuando recibieron el alto del control de la Guardia Civil que estaba allí instalado, hicieron caso omiso, pararon el vehículo y salieron de él con escopetas que empezaron a disparar. Los agentes de la Guardia Civil repelieron la agresión disparando también con sus armas.
Como consecuencia de este enfrentamiento, resultó muerto uno de los delincuentes, otro herido de bala, un tercero con contusiones y un cuarto, ileso. Sin embargo, uno de los guardias civiles resultó herido grave tras ser atropellado por un vehículo que circulaba por el sentido contrario y que no tenía nada que ver con lo que estaba aconteciendo.
El agente está hospitalizado en este momento en el Hospital de Cádiz, mientras que los tres presuntos delincuentes que siguen vivos están bajo vigilancia permanente por Guardia Civil.
Los cuatro delincuentes, al parecer todos ellos de la provincia de Cádiz, eran sospechosos de cometer varios hechos delictivos y están acusados de un homicidio consumado en Puerto Real (Cádiz) y de otro en grado de tentativa por disparo a un agente de Guardia Civil en Setenil, al que hirieron en la cabeza hace varios días.
