Los tres imputados por el doble crimen de San Martín de Porres, en Ciudad Real, se enfrentan a 69 años de cárcel

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 5 marzo 2007 18:52

CIUDAD REAL, 5 Mar. (EUROPA PRESS)

El matrimonio formado por José Silva Campos y Manuela Fernández Pavón y uno de sus hijos, José Antonio Silva Fernández, se enfrentan a una pena conjunta de 69 años de cárcel por el doble crimen de la barriada de San Martín de Porres, en Ciudad Real capital, según la petición realizada por el fiscal.

La vista oral del juicio, que está previsto que se prolongue hasta mediados de la próxima semana, echó a andar hoy en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, consumiéndose la primera sesión en la designación del jurado --seis mujeres y tres hombres--, la lectura de los cargos y las conclusiones iniciales de las partes.

Al padre, José Silva, se le imputan dos asesinatos, por los que se le pide 17 años de cárcel por cada uno de ellos, y un delito de lesiones, por lo que se reclama un año de prisión, mientras que a la madre y el hijo se les acusa, a cada uno de ellos, de un delito de asesinato, por lo que se piden 17 años de internamiento para cada uno de ellos.

Por su parte, la acusación particular eleva su petición de pena a 20 años de prisión por cada delito de asesinato, por lo que el total de la pena conjunta se iría hasta los 80 años.

Según se señalaba en la lectura de los cargos, sobre las 15.00 horas del día 30 de julio de 2003, los dos fallecidos y parte de su familia irrumpieron en la casa de los Silva Fernández, ambos clanes de etnia gitana y empezaron a discutir y, en un momento dado, entró en la habitación el padre con una pistola, ya identificada, y la madre y el hijo, con otras dos armas no localizadas, y la emprendieron a tiros contra los dos fallecidos, Ramón Fernández Campo y su hijo Manuel Fernández Pozuelo, además de agredir a la esposa y madre de ambos, María Isabel Pozuelo Maya.

En la acusación, el origen de la discusión se relaciona con el asesinato de un joven de Puertollano, ocurrido en abril de ese mismo año 2003, por el que entonces permanecía ingresado en prisión otro hijo de los Fernández Campos, Ramón, y en el que estaba implicado otro hijo de los acusados, Miguel Silva Fernández, quien, finalmente, fue condenado por el citado crimen, junto a otro joven, José Amador de Cádiz.

DEFENSA PROPIA.

Por su lado, la defensa de José Silva alegó hoy que su cliente actuó en defensa propia y que el arma con la que disparó se la había arrebatado a uno de los fallecidos, Rafael Fernández Campos, que iba con intención de agredirle, mientras que las defensa de la madre y el hijo negaron que estos participaran en los hechos, basándose en que las supuestas armas que utilizaron no han aparecido y pidieron su absolución.

En ambos casos, las defensas también aducen que no hubo testigos directos de lo ocurrido en la casa de los Silva Fernández que puedan corroborar la versión de la fiscalía y la acusación particular.

El juicio continuará mañana, martes, con la declaración de los acusados, mientras que, en las próximas sesiones pasarán por la Audiencia de Ciudad Real un total de 31 testigos, dos de ellos protegidos, y 12 peritos.

El juicio se inició bajo estrictas medidas de seguridad, con la presencia de un subgrupo de una Unidad de Intervención Policial --antidisturbios--, en previsión de incidentes, dado que cuando fueron detenidos los acusados y prestaron declaración, la familia montó algunos altercados ante la Audiencia Provincial, aunque hoy, ninguno de ellos ha hecho acto de presencia.

El juicio, por otro lado, ha generado un gran interés informativo, habiéndose acreditado un total de 20 medios informativos, tanto de ámbito provincial, como regional y nacional.

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